domingo, 5 de mayo de 2013

Cap. 14 Automatic Dreams [2da. temp.]


Capítulo 14: Traidor.


—Tu hermano quiere que antes de que termine el año ya puedas caminar bien. —Mientras los tres nos dirigíamos hacia mi habitación, Serch me comentaba lo que haríamos durante las sesiones, al parecer iba a renovar mi rutina, y era algo que necesitábamos acordar juntos.

—No creo que eso sea posible. —Respondí sin más. Serch me sonrió alegre. — ¿O sí?

—Todo depende de ti, si tú te lo propones. —Guiñó un ojo. Jared abrió la puerta de mi habitación y todos ingresamos a ésta.

—Ella lo logrará. —Mi hermano rodeó mis hombros con su brazo en un suave abrazo. —Los dejaré solos chicos, mucha suerte. —Besó mi mejilla y salió de la habitación.
Me sentí nerviosa de nuevo al darme cuenta que estaba completamente sola con Serch, con él y con miles de recuerdos que no deberían estar en mi cabeza en ese instante…


[ Narrador ]


Los gemelos, Georg y Gustav, y los miembros de su staff terminaron de organizar todos los detalles de la prueba de sonido. Todo estaba listo para esa noche, y los integrantes de la banda se sentían nerviosos, por alguna razón, los conciertos en su país natal les hacían poner los vellos de punta.

—Siempre me había imaginado esto muy diferente. —Mencionó la pequeña Kayla con cierto toque de emoción en su voz.
Tom le dedicó una sonrisa sincera. Se sentía aliviado de haber solucionado la inútil discusión que había tenido con su joven prometida la noche anterior.
Después del ‘abrazo del perdón’, ambos se habían quedado dormidos, con la compañía de su pequeña Layla en medio de ellos.

—La verdad es que esto siempre resulta estresante para mí. —Se quejó Bill.

— ¿Por qué? Si tú sólo cantas y ya, nosotros debemos afinar los instrumentos y demás cosas. —Replicó Georg y el menor de la banda se rió alegremente.

Todos los chicos se dirigían hacia el estacionamiento del lugar, dispuestos a volver a casa para relajarse antes de tener que volver para el concierto.
Bill sostenía en brazos a Layla, ella resultaba ser su favorita, aunque también sentía un enorme cariño por Freddy, quien era sostenido por su padre.

—Es hora de separarnos, los veo aquí mismo en cuatro horas, más vale que sean puntuales, ¿De acuerdo? —Advirtió David en tono amenazante. Los chicos asintieron, y en cuanto éste estuvo satisfecho con sus respuestas, se encaminó hacia su auto dispuesto a partir.

— ¿A dónde vamos ahora? —Preguntó Kayla mientras subía a la parte trasera del auto.

—A nuestra casa. —Respondió Tom, entregándole los bebés a su madre, para que viajaran seguros con ella. —Me refiero a la casa de Bill y mía.

—Vaya, por un momento había olvidado que ustedes tienen casa también. —Mencionó riéndose. Era verdad, los Kaulitz prácticamente se habían mudado a la casa de los Murett.
Tom subió al asiento del conductor, Bill al del copiloto, y se marcharon rápidamente de allí. El lugar comenzaba a infestarse de fans, y no querían ser descubiertos.

—En cuanto nos casemos, echaré a Bill y te vendrás tú a vivir conmigo. —Dijo Tom entre risas.

— ¿Y yo dónde viviré? —Replicó Bill intentando defenderse.

—Te irás a vivir a la casa de Bettina, y en cuanto te animes a casarte con ella deberás comprar otra casa.

— ¿Quieres casarte con mi hermana? —Preguntó Kayla emocionada. Bill sonrió y la miró desde el espejo retrovisor.

—Por supuesto, pero no sé cuándo. Ella me ha dejado muy claro que no le interesa casarse por ahora.

—Eso lo dice porque nunca has llegado tú con un anillo y una romántica forma de proponérselo.

— ¿Puedes imaginártelos casados? —Preguntó Tom. Él siempre se había tenido en mente que Bill nunca se casaría y viviría con perros por el resto de su vida. Ahora todo era muy diferente a sus expectativas.

—Casados o no, yo los puedo imaginar ancianos, juntos, y felices. —Respondió Kayla emocionada, y Bill sonrió satisfecho ante lo oído.



            —… ¿Y para qué vinimos aquí? —Preguntó Kayla confundida en cuanto todos ingresaron a la abandonada vivienda de los gemelos.

—Tom quiere recoger algunas prendas de ropa para el concierto, siempre duda de lo que se pondrá en el escenario. —Respondió Bill echándose cómodamente sobre el sofá, justo al lado de donde descansaban sus pequeños sobrinos.

—Ahora entiendo. —Captó en cuanto notó que Tom se había dirigido directamente hacia la habitación que solía compartir con Bill. — ¿Seguro que no vinimos para otra cosa? —Preguntó Kayla no muy convencida. Bill mordió su labio y suprimió una sonrisa nerviosa. —Bill… ¿Qué hacemos aquí? —Preguntó la joven con un tono más severo. Bill se acomodó sobre el sofá incorporándose sobre éste, dispuesto a decirle algo más a su ‘cuñadita’.

—De acuerdo… —Suspiró y aclaró su garganta. —Terminamos el ensayo antes de lo previsto, y no podemos volver a tu casa, no ahora mismo.

— ¿Por qué? —Insistió Kayla, se había quedado con la misma duda y no pensaba parar de preguntar hasta entender por completo.

—No me odies… —Advirtió Bill preocupado. Kayla levantó una ceja más confundida aún. —No podemos volver ahora porque Bettina debe estar retomando sus terapias en casa.

— ¿Por qué razón debería de odiarte? Eso es bueno, supongo…

—Porque fui yo el que le pidió a Jared que encerrara a Bettina y por eso tomará las terapias en casa ahora. —Respondió Bill apretando los dientes, completamente preparado para ver la reacción de la chica, quién abrió los ojos como platos.

— ¡Eres un traidor! —Gritó señalando al Kaulitz menor con un dedo acusador. —Bettina confiaba en ti, y resulta que tú estás manipulando a mi hermano. Ahora ella detesta a Jared por algo que tú hiciste.

— No sólo fue mi idea, ambos lo hemos hablado… —Intentó defenderse. Kayla negó con la cabeza.

— ¿Y fue idea de Jared cambiar las cerraduras? —Bill mordió de nuevo su labio, Kayla soltó un suspiro sarcástico. —Fue tu idea. —Acertó. —No pensé que fueras tan paranoico…

— ¡Estoy listo! —Exclamó Tom mientras bajaba por las escaleras sosteniendo una pequeña maleta con todas las cosas que necesitaba. Su expresión se tornó confusa en cuanto reparó en que Kayla se encontraba intimidante de pie frente a un Bill asustado y desparramado en un sillón. — ¿Qué hacen? ¿A dónde iremos ahora?

—Vamos a casa, ¡A mí casa! —Kayla dejó de asesinar a Bill con la mirada y miró a su novio. —Me da igual si el estúpido de tu hermano no quiere ir, yo tengo que hablar con mi hermana.

—No se lo digas… —Rogó Bill poniéndose de pie.

— ¿Por qué no? —Preguntó Kayla intentando calmar su histeria. No tenía planeado decírselo a Bettina por ahora, tan sólo quería hacer entender a Bill que mentir sobre eso no era correcto.


Tom cogió a ambos bebés en brazos. Kayla caminaba a su lado cargando la maleta de Tom y el bolso donde llevaba las cosas de sus pequeños, mientras que Bill caminaba en silencio detrás de ellos. Llegaron hacia donde se encontraba aparcado el precioso Audi de Bill, y todos ingresaron en éste; obedeciendo las órdenes de Kayla, se dirigieron hacia la casa de los Murett.



            —Verás que pronto volverás a caminar muy bien, yo lo sé. —Afirmó Serch sonriente. En cuanto terminaron con la sesión de terapias, él y Bettina se dirigieron al jardín para conversar un poco. Ella aún se sentía perturbada, pero intentaba dar de lado sus sensaciones para poder concentrarse lo más que podía.

—Ojalá… —Susurró con pocas esperanzas en su aliento. Ella sabía que volvería a caminar algún día, pero temía que al final todo fallara y fuera imposible.

—Quisiera preguntarte algo, pero no quiero incomodarte… —Mencionó Serch mordiendo su labio. Bettina lo miró a los ojos. ¿Qué podría preguntarle él que lograra incomodarla si apenas se conocían?

—Estaremos conviviendo durante un largo rato, así que debemos conocernos bien, ¿No? —Respondió ella con una leve sonrisa en su rostro; pensando en que obviamente no le contaría todo sobre sí al joven terapeuta.

—Vale… ¿Qué… Cómo es que tú no puedes caminar? —Preguntó sin más. Desde que había conocido a Bettina esa duda había surgido en su cabeza, pero no había sido capaz de preguntarle desde antes.

—Un accidente. —Respondió rápidamente, para después permanecer callada durante unos segundos pensando en qué más decir. —Era de madrugada, y yo estaba sola en una pradera corriendo. No me di cuenta y llegué a una carretera y choqué con un auto que me atropelló… —Intentó reprimir sus ganas de reír. La explicación que acababa de dar era demasiado absurda.

—Tú… ¿Qué hacías corriendo de madrugada sola en una pradera? —Preguntó Serch completamente estupefacto, y Bettina al fin rompió a reír.

—La historia suena muy estúpida, ¿No? —Serch se limitó a levantar una ceja, tentado a responder con un “Sí”, pero resultaría imprudente. —Te la contaré completa luego.

—De acuerdo. —Acordó sonriente. Tenía la gran duda por dentro, pero ya llegaría el día en que Bettina le contara bien la ‘historia’. —Vayamos adentro. —Sugirió, Bettina asintió.

— ¿Te quedas a comer? —Preguntó, y Serch enseguida asintió.

Ambos se levantaron de las sillas en las que se habían encontrado sentados anteriormente. Serch sabía que Bettina ya podía caminar fácilmente con ayuda de las muletas, pero le daba pánico que ella fuera a chocar contra el duro césped, así que la ayudó sosteniéndola de la cintura durante su trayecto hacia el interior de la casa.


—Iré a hacer una llamada, ¿Me esperas aquí? —Preguntó Bettina. Ambos se encontraban sentados en los sofás de la sala de estar esperando que llegaran los demás para poder comer todos juntos. Esperaron durante varios minutos, y al notar que nadie llegaba Bettina decidió hacer algo al respecto.

— ¿A dónde irás? —Preguntó extrañado. —Si necesitas privacidad puedo salir yo, me da miedo que andes caminando tú sola. —Bettina sonrió. Apenas conocía a su terapeuta y él ya se preocupaba demasiado por ella.

—Olvídalo, no iré a ningún lado, llamaré aquí. —Sonrió de nuevo y cogió su móvil que descansaba sobre la mesa al centro de la sala. Presionó una sola tecla, indicando que a la persona que pensaba llamar la tenía en ‘marcación rápida’. — ¡Hola amor! —Saludó alegre. Serch abrió los ojos repentinamente interesado. Antes había conversado con Bettina sobre su ‘misterioso novio’ que se encontraba de viaje. — ¿Cuándo volverán? Muero de hambre y estoy sola en casa con mi terapeuta. También está Flor haciendo la comida… — ¡Hay, Bill! —Se quejó reprimiendo sus ganas de reír.

— ¿Bill? —Murmuró muy por lo bajo Serch. Había pensado en una sola persona al escuchar ese nombre pero… Eso era imposible.

—Vale vale, aquí los esperaremos. —Bettina colgó y notó que Serch tenía los ojos desorbitados. — ¿Estás bien? —Preguntó confundida.

—La persona con la que estabas hablando… ¿Era tu novio? —Preguntó tratando de relajar su expresión. Bettina sonrió y asintió. —Y… ¿Vendrá a comer aquí con nosotros?

—Sí, él prácticamente vive aquí… ¿Pasa algo?

—No, nada. Sólo que me parece interesante conocerlo. Se llama Bill, ¿Cierto? —Bettina chasqueó la lengua. Había olvidado por completo que ‘su novio’ era bastante conocido por toda la gente de Alemania, pero también olvidó que su nombre es muy poco común…

—Si… —Tragó saliva. —Hoy te lo presentaré, si quieres… —Se puso tensa de repente. Si le presentaba a Bill, también tendría que presentarle a Tom, y por supuesto, darle todas las explicaciones necesarias…

4 comentarios:

  1. Holaaaa!!! Mil disculpas!! Ya lei los atrasados y este nuevo... Este Thomas pensando kon su otra " kabeza " y poniendo mal a la MADRE DE SUS HIJITOS... KABEZOTAAA!! ¬¬ Y y ke bueno ke Billito lo hiso tomar konciencia kon ese bofetón!!! jijiji y ahora Kayla enojada kon su futuro kuñado por PREOCUPARSE POR BETTINA!!! WTF??? Soy YO o ESE TERAPISTA ESTA UN TANTO INTERESADO EN SU PACIENTE? O SERÁ EN SU FAMOSO NOVIO???okno SIGUELOOOO !!! Gracias por avisar :) ♥

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  2. holaaaa! me encanta que pases! ya que nadie firma en mi nuevo blog! ;(
    bueno.. también me gusta que te guste lo que escribo allí! siento tardar tanto en pasar pero estoy con los examenes finales del curso! y quiero sacar nota para selectividad y la universidad! u.U asique toy agobiada! que te vaya todo muy bien! prometo leer en cuanto termine! besitos!

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  3. ¡Hola! Me paso por aquí para decirte que me he leído este capítulo de tu fic y me gustó mucho, me pondré al día con toda la historia :3

    Yo también subo un fic de Tokio Hotel, por si te interesa pasar y echarle un vistazo, a ver qué te parece ^^

    Un beso, te sigo!

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  4. AAAAHRG! YA SABIA YO! que ese chico era más que un terapeuta! :) sigoooo

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