Cap. 2 Automatic Dreams [2da. temp.]

(A partir de este capítulo comenzará lo mejor ;D)

Capítulo 2: Te lo 

prometo..

[ Kayla ]

—Jared.. ¿Ya está lista la cena? Quiero que todo sea perfecto.. —Dije emocionada, mientras sostenía en mis brazos a Freddy. Mi profesora, o más bien mi amiga, o más bien mi ahora CUÑADA Vinz se encontraba sentada en el mini comedor de la cocina, sentada a un lado de mí, sosteniendo a Layla.

Jared y Vinz siempre habían sentido atracción el uno al otro, y yo me había dado cuenta desde el principio, solamente que nunca se lo mencionaba a mi hermano; hasta hace un par de semanas...

—¡JA! No te hagas el idiota hermanito, estás enamorado de la profesora de tu hermanita.. —Me burlé de él. Ambos estábamos solos en el jardín de casa mientras yo vigilaba a mis bebés mientras tomaban su baño de sol.

—¿Y que si fuera cierto? Sabes que ella es una chica hermosa.. —Replicó, comenzaba a sonrojarse.

—¿Lo estás admitiendo? —Pregunté levantando rápidamente ambas cejas. Él sólo negó con la cabeza y sonrió. —Como sea.. pienso que harían una pareja muy linda..

—¿Tu crees? —Preguntó.

—¡Claro! Jared.. te quiero mucho, y quiero que seas feliz. Ya tienes 26 años, ya debiste de haber superado la traición de tu ex.. mereces enamorarte de nuevo.. —Jared había tenido una novia hace años.. no recuerdo cuantos exactamente, sólo recuerdo que la amaba demasiado. Fueron novios durante dos años, y al final, rompieron por que él la encontró teniendo sexo con otro chico en su auto.. me refiero ¡EN EL AUTO DE MI HERMANO! Y desde allí, él decidió cerrar las puertas de su corazón...

Al día siguiente de que tuvimos esa conversación, él llegó a casa, tomado de la mano con Vinz, y recuerdo la enorme sonrisa con la que me dijo: “Kayla, te presento a mi novia..” En ese momento, definitivamente fui muy feliz por él..

—¡Ya casi! —Respondió. Él se había ofrecido a preparar la cena de bienvenida de Bill y Tom, quienes vendrían de visita por una semana. También vendrían a hacer conciertos y presentaciones, pero la mayor parte del tiempo lo utilizarían para descansar.

—¿A que hora llegará Bettina? —Pregunté.

—Me dijo que llegaría más tarde porque habrá algunos cambios. Vinz irá por ella a las cinco. —Musitó. Desde que Bill y Tom se fueron, mi hermana comenzó con sus terapias. A diario asistía de dos a cuatro de la tarde, y lo cierto es que cada día se recuperaba más rápido.

—Ya son las cuatro y media, creo que ya debo irme.. —Dijo mi profesora poniéndose de pie. —¿Dónde... —La interrumpí antes de que pudiera terminar la pregunta..

—Dame a mi niña, yo la cargo. —Extendí un brazo para que me diera a mi pequeña, sólo uno, ya que con el otro sostenía a mi otro bebé. Vinz sonrió como siempre lo hacía cuando me veía con mis hijos, se sentía contenta de verme tan feliz siendo mamá.. ¡Irónico! Ella es diez años mayor que yo y aún no ha tenido hijos, en cambio, yo si...

—Jared.. —Dijo, mientras caminaba hacia donde estaba mi hermano y le daba un ligero abrazo acompañado de un fuerte beso en la mejilla. Jared siempre había sido muy discreto con sus novias, y no le gustaba besarlas frente a nosotras, por lo que con Vinz era lo mismo. —En seguida vuelvo con tu otra hermanita. Adiós Kayla. —Hizo un gesto con la mano para despedirse de mí, y yo hice lo mismo, mientras ella desaparecía por la puerta.

—¿Y a qué hora va a llegar Tokio Hotel a cenar? —Me preguntó mi hermano entre risas. Aún le costaba creer que algún día diría una frase de ese tipo verdaderamente en serio.

—A las siete.. así que Betti tendrá muy poco tiempo para arreglarse y ver a su Billo. —Me reí.

[ Bettina ]

—Bett, me siento muy orgullosa de ti. Con dos meses de terapias, has avanzado demasiado, tanto que ya has dejado la silla de ruedas.. —Me encontraba en una oficina, sentada en un sofá, con mi terapeuta Milsha de pie en frente de mí. Milsha era una mujer castaña, muy bonita y de no más de treinta y cinco años; tenía una mirada muy dulce, y en su forma de ser era muy paciente y amable. —Pero la razón por la que te he pedido que te quedes no es para halagarte diciéndote todo lo que has mejorado..

—No entiendo.. —Confesé.

—Bett, yo se que tú te sientes muy cómoda conmigo y con las terapias, pero lamentablemente yo ya no podré ser más tu terapeuta.. —Abrí los ojos como platos ante la inesperada confesión ¿Enserio se iba?

—¿A donde irás? No no no... mi pregunta es.. ¿¡Quién será mi terapeuta ahora!? —Pregunté con cierto toque de nostalgia en mi voz, realmente me había encariñado con ella.

—Jamás te dejaría sola Bettina. Yo he conseguido una muy buena oportunidad de trabajo en Estados Unidos y debo irme..

—Entonces... —La invité a continuar...

—Te quiero presentar a tu nuevo terapeuta.. ¡Puedes pasar! —Le gritó a la puerta de la oficina, que lentamente comenzó a abrirse.

De repente, el umbral de la puerta fue cruzado por la figura de un joven de aproximadamente veintitrés o veinticuatro años. Era alto, tez ligeramente blanca y con una sencilla musculatura no muy prominente, pero tampoco escasa. Poseía unos bellos y grandes ojos verdes esmeralda, a demás de una brillante cabellera de color negro como la noche.. En pocas palabras era muy guapo, pero no me sorprendía..

—Hola Bettina, yo soy Serch, y seré quien te ayudará a volver a caminar. Te lo prometo.. —Sonreí, la última frase me había gustado, y más porque él acababa de convertirla en una promesa..