puerta.
[
Bill ]
—¡Conduce
más rápido Tom! —Le ordené.
—¡Cállate!
Si acelero más vamos a matarnos, o sino, mataría a alguien más y
eso es lo que menos quiero ahora..
—¡Déjame
conducir entonces! —Reclamé. Mi gemelo me lanzó una mirada que
decía: ¿¡Me estás jodiendo!?
—¡No
seas idiota! Estamos siendo perseguidos por cientos de adolescentes
locas.. ¿¡De verdad piensas que te voy a dejar conducir A TÍ? —Me
gritó. Me encogí de hombros y me quedé callado como un niño que
acababa de ser regañado por su padre.
En
el auto se podía percibir claramente la tensión. Tom estaba
nervioso, y yo también, pero algo me decía que la tensión de mi
gemelo no era por las fans persiguiéndonos, sino que era por otra
cosa, pero no me atrevía a preguntar...
—Creo
que ya las perdimos.. —Afirmó mientras comenzaba a bajar un poco
la velocidad del coche. Soltamos un gran suspiró al unísono. —¿Cómo
es que nos encontraron?
—Tal
vez reconocieron el auto.. —Respondí. —Porque sería una pena
terrible que nos hayan visto salir de nuestra casa..
En
cuanto salimos del aeropuerto, Gustav se había ido a casa de su
madre a visitarla, y Tom y yo habíamos ido a nuestra casa para dejar
las maletas y de allí irnos a la casa de los Murett para la cena.
Georg
había tomado otro vuelo diferente, él había viajado a Berlín para
visitar a su novia Sabina durante un par de días, después vendría
con nosotros a Hamburgo para hacer una entrevista en un noticiero de
aquí.
Tom
y yo llegamos a casa, estaba sola, es decir, que no estaba ni mi
madre ni Gordon, así que los veríamos hasta la hora de la cena. Mi
gemelo y yo nos duchamos, arreglamos, saludamos a nuestros perros y
comimos un poco. Cuando estuvimos listos, nos dirigimos al garage,
subí al auto de Tom en el asiento del copiloto, y él en el del
piloto, y partimos hacia la casa de los Murett. Cuando estuvimos a
aproximadamente cinco cuadras de nuestra casa, comenzamos a escuchar
muchos gritos y pasos de personas corriendo, y allí fue cuando nos
dimos cuenta de que habían cientos de chicas correteando detrás de
nuestro auto.
—Me
sorprende la forma tan veloz en la que se comunican entre ellas..
—Comenté.
—Todo
lo hacen por nosotros. Creo que fuimos groseros al acelerar el auto
.. ¿No crees?
—Bueno..
el que aceleró fuiste tú, no yo, así que... —Me reí. Tom
entreabrió la boca y negó con la cabeza fingiendo molestia. —Es
broma imbécil..
—Menos
mal, ya iba a arruinarte tu bonita nariz hermanito.. —Volvió su
vista a la carretera. Observé las calles y sonreí, estábamos a
punto de llegar.
—Oye
estás muy raro Thomas.. —Mencioné. Habíamos llegado, y Tom
estaba estacionándose afuera de la enorme vivienda de mi novia y sus
hermanos.
—¿Yo?
¡Bffff! Si estoy bien.. es sólo que.. —Volteó a verme con los
ojos muy abiertos. Alcé una ceja, él no podía mentirme a mí. —¡No
me mires así! Te diré ¿vale? —Sonreí triunfante y asentí,
invitando a mi hermano a que continuara hablando. —Hoy voy a hacer
algo de lo que.. tal ves me arrepienta algún día, pero sé que
valdrá la pena por ahora.. —Sentenció, y comenzó a decirme su
plan. Abrí los ojos como platos.. ¿A caso lo estaba diciendo en
serio!?
[
Kayla ]
—No
tardan en llegar.. no tardan en llegar.. no tardan en llegar.. ¡NO
TARDAN EN LLEGAR! —Bettina estaba muy nerviosa. Se encontraba
sentada en el sofá de la sala de estar, moviendo brazos y piernas
muy ansiosamente, y repitiendo continuamente la misma frase...
—Ya
callate Betto.. —Murmuró Jared un poco harto de la locura
repentina de mi hermana.
—¿Cómo
me llamaste? —Preguntó Bett un poco alterada. Le molestaba que
Jared la llamara así.
—¡Te
llamé Betto! —Exclamó mi hermano con tono divertido. Él sabía
que llamando así a Bett haría que ella se olvidara por un momento
de su ansiedad por ver a Bill de nuevo.
—Oigan..
—Llamé su atención. Yo me encontraba sentada en frente de
Bettina, con el móvil en la mano, el cual comenzó a vibrar. —Simone
me mandó un mensaje.. dice que llegarán un poco más tarde porque
tiene una sorpresa para...
—¡Aaaaaahhh!
—Gritó Bettina interrumpiéndome en cuanto se escuchó por toda la
casa el “Ding donggg” del timbre. —¡Ya llegaron!
—¿Serán
ellos? —Preguntó Jared extrañado. —Tom tiene llave.. ¿Porque
razón tocarían el timbre?
—Es
verdad.. —Me reí. —Tal vez lo hace por educación o porque al
idiota se le olvidó..
—¡Ve
a abrir la puerta Kayla Murett! —Me gritó mi hermana desesperada.
¿Porque ella estaba tan nerviosa y yo me sentía tan tranquila?
¡Pffff! Siempre ha sido igual de paranoica. Me puse de pie y le
sonreí a mi nerviosa hermanita mayor. Ella me devolvió la sonrisa y
le hizo una seña a Jared para que la ayudara a ponerse de pie.. —Iré
a la cocina, dile a Bill que allí lo quiero ver por favor..
—Suspiró, y en cuanto pudo sostenerse sola, comenzó a avanzar a
la cocina.
—Iré
a abrir.. ¿Aquí me esperan? —Mi hermano y su linda novia
asintieron sonrientes, mientras yo comencé a dirigirme a la entrada
principal de la casa para ver al padre de mis hijos, de nuevo..
[
Tom ]
—¿Porque
se tardan tanto en abrir Bill? —Pregunté mientras daba varios
golpecitos impacientes al suelo con mi pie.
—Tom,
respira. Si no te sientes preparado puedes hacerlo otro día..
—¡Claro! Se refería a lo que acababa de confesarle, pero no podía
dar marcha atrás, necesitaba hacerlo hoy, esta noche..
—¿Quién
es? —Escuché una angelical voz proveniente del otro lado de la
puerta principal. Abrí los ojos como platos y mis manos comenzaron a
sudar frío. Al fin estaba escuchando su voz de nuevo, y no
precisamente a través de un teléfono, sino, del otro lado de la
puerta..
—¡Cuñaditaaaa!
Somos nosotros.. —Chilló Bill emocionado. Y allí fue como
lentamente observé la perilla girarse lentamente y una puerta
comenzarse a abrir..
—Kayla...
—Susurré en voz baja. Sentí mis ojos cristalizarse de repente..
—Te extrañé tanto... —Musité con una voz horriblemente
chillona, sentía las lágrimas atoradas en mi garganta, pero mi ego
me impedía soltarlas..
—¡Te
extrañé! —Gritó, y de repente vi como corría un poco hacía mí,
lo suficiente hasta que consiguió brincar y colgarse de mi cuello y
colocar ambas piernas a los lados de mi cadera. Yo la sostuve pegada
a mi cuerpo, apretándola como si mi vida dependiera de esa acción.
Mis manos la sostenían por la cintura, mientras que mi cabeza estaba
sumergida en su pecho, y la de ella en mi cuello... —No puedo
creer que en serio seas tú.. —Susurró, y por el tono de voz que
usó pude adivinar que estaba llorando, cosa que hizo que mis
lágrimas decidieran saltar de mis ojos sin pedirme permiso.
—Soy
yo pequeña, al fin te vuelvo a ver.. —Susurré en su oído
mientras la apretujaba aún más. La escena era de lo más perfecta.
Yo, cargándola a ella como su fuera una niña pequeña, y ella
apretándome demasiado el cuello, lo suficiente para conseguir
dejarme sin aire, pero eso poco me importaba en ese instante.
Ambos
llorando de emoción, nostalgia, felicidad, impresión.. en ese
momento supe que Kayla era mi vida entera, y lo que estaba a punto de
hacer iba a ser el final de una linda etapa de nuestras vidas...
holaaa! ahora no puedo leer! lo siento.. pero este curso pre-universitario me lleva de los nervios, y es todo de locos!
ResponderEliminarpor suerte esta es la ultima semana asi que posiblemente la semana que viene pueda dedicarme un poco más al blog y subir algun capi nuevo!
te promeo que en cuanto pueda leere y por supuesto si subo capi ya aviso!
cuidate! :)
Se vuelven a encontrar ambas parejas ke pasaraaaa ahoraaa??? Sigooo leyendooo y DISCULPAAAS POR EL ATRASAZOOO :( Besitos Noely ♥
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