jueves, 18 de octubre de 2012

Cap. 95 Automatic Dreams (Segunda parte)


Capítulo 95 – FINAL: La 

despedida. (Segunda 

parte)


—Bill.. —Escuché una voz proveniente de la puerta de la cocina. Lentamente alcé la cabeza para ver a mi hermano, quien estaba mirándome con expresión preocupada y extrañada. Seguro me veía fatal, las lágrimas me habrían arruinado completamente el maquillaje, y seguro que los ojos los tendría rojos e hinchados a más no poder. —¿Estás bien..? Necesitas.. ¿Necesitas apoyo? —Preguntó mientras comenzaba a acercarse, hasta sentarse en una silla en frente de mí, del otro lado de la mesa.

—No se que hacer Tom, me siento demasiado confundido.

—¿Porque? Bill, tienes que ver el lado positivo, ahora la banda está llegando más lejos de lo que imaginábamos..

—¡Ya lo se! —Golpeé la mesa en un impulso. —Pero el maldito dilema aquí es que no quiero separarme de Bettina...

—¿Y crees que yo si quiero separarme de Kayla y de mis hijos? Joder.. sabes que cuando decidimos formar la banda diez años atrás, supimos desde un principio que tendríamos que pasar por muchos sacrificios..

—Si, pero yo jamás imaginé que tendría que dejar a mi novia paralítica para irme a cantar a los escenarios. Ella me necesita Tom.

—Tengo que hacer que te des cuenta de que estás pensando solamente en ti. No seas egoísta, Georg y Gustav no tienen la culpa de que nosotros ahora tengamos una nueva familia.

—¿A que viene eso? —Pregunté, comenzando a irritarme y a desesperarme más por no saber que hacer, y más aún que las palabras de Tom no me estaban sirviendo de mucho.

—Me refiero a que ahora nosotros somos los que menos importamos, los más importantes son los fans. Ellos nos están esperando con los brazos abiertos, deseando ver el regreso de su banda favorita; sin embargo nosotros estamos haciéndolos de lado por culpa del amor. Nos estamos alejando de ellos todo porque ahora ya tenemos pareja. Georg también tiene novia y él ansía volver a la gira lo más rápido posible...

—Me sorprendes Tom.. es la primera vez en la vida que no logras comprenderme. —Me crucé de brazos, ya que si no lo hacía, terminaría soltándole un puñetazo a mi hermano en la cara, y eso era lo que menos queríamos todos.

—Tú eres el que no quiere comprenderme a mí.. —Suspiró. Se puso de pie y comenzó a dirigirse hacia la salida, deteniéndose en el umbral de la puerta. —Te espero en la habitación en diez minutos, tenemos que comenzar a bajar las maletas para subirlas al auto. —Sentenció, para después salir de la cocina, dejándome hecho un completo lío.

—Tienes razón Tom.. —Murmuré para mí mismo, justo cuando mi hermano desapareció por la puerta.

Limpié mis lágrimas mientras me ponía de pie y solté un suspiro ahogado.
Ahora tenía mi objetivo claro, y no lo iba a dejar perder.

Caminé hacia el baño, y abrí el grifo del lavamanos, comenzando a hundir las manos en las frías gotas de agua, para después sumergir mi cara en ésta, tenía que quitarme todos los restos de maquillaje corrido.

Minutos después salí del baño hasta que me sentí completamente tranquilo, y volví a la habitación con Tom; y sin decir nada, comenzamos a bajar el equipaje por las escaleras.
Subimos las maletas a la camioneta de mi hermano, ya que era mucho más grande que mi Audi.

Cuando todo estuvo en el listo y nos aseguramos de que no olvidábamos nada importante, nos dirigimos al patio trasero de la casa, donde se encontraban nuestros cuatro perros. Dos de ellos dormían plácidamente sobre sus cómodas camitas, uno de ellos bebía un poco de agua, y el otro mordía uno de sus peluches.

—¡Bfff! Los voy a extrañar mucho. —Murmuró Tom por lo bajo, con un ligero toque de nostalgia en su voz.

—No serás el único, ellos son cómo... nuestros hijos. —Respondí. Tom asintió.

Ambos les acariciamos el lomo a cada una de nuestras mascotas, y de nuevo nos dirigimos hacia la salida de la casa, no sin antes asegurarnos de que nuestros pequeños tenían suficiente agua y comida. La suficiente hasta que nuestra madre regresara a casa y los alimentara de nuevo.



—Tom.. ¿Dónde está mamá? —Pregunté mientras observaba de reojo a Tom, quien conducía muy tranquilo, sin despegar la mirada del parabrisas.

—No lo sé, pero podría jurar que fue a casa de Kayla y Bettina, sabes que casi siempre va a visitarlas a ellas y a sus nietos.

—¿Sabes? Me sorprende que mamá siempre ha sido muy sobreprotectora y celosa con nosotros, y ahora acepta muy amablemente que ambos tengamos novias. —Mencioné.

—Supongo que no le queda opción, sabe que debíamos encontrar a nuestra pareja algún día. A demás de que yo ya le di nietos, y tú estás muerto de amor por tu novia y ella no puede hacer nada al respecto. —Respondió mi hermano.

Seguimos conversando un largo rato, sobre cosas sin mucha importancia. Todo mientras nos dirigíamos a aquel lugar, en el cual pasarían muchas cosas...


Narra Kayla:

Dolor Vs. Tristeza... Amor Vs. Capricho.. ¿Cuál era la realidad de mi vida? Ni yo misma lo sabía. Lo único que sé ahora es que soy demasiado inmadura para asumir un papel tan importante en mi vida.

Me encontraba frente al espejo del tocador, cepillando mi larga cabellera. Después de haber estado llorando y berreando toda la noche e intentar hacer que mis hijos se durmieran después de yo haberlos despertado varias veces por el ruido que propiciaba; llegué al punto de quedarme ronca, con la voz casi inaudible, afónica.

Ahora que me lo preguntaba.. ¿Algún día Tom se hartaría de mí? Desde que nacieron mis hijos, lo único que yo hago es reprocharle y echarle en cara todo lo que se me ocurre.
Siempre había pensado que la de la razón era yo, pero ahora que reflexionaba.. ¿Realmente la tenía?

Terminé de arreglar mi cabello. En el comedor me esperaban mis hermanos para desayunar.
Mis bebés, como siempre, dormían tranquilos en su cuna, después de haberlos alimentado muy bien. Así que me dejarían ir a comer sin preocuparme por dejarlos solos.


—Kayla, Bill vendrá a verme ahora, seguro que no tarda en llegar. —Mencionó mi hermana, en cuanto todos ya estábamos comiendo.

—Vale, deséale suerte de mi parte, creo que se lo merece. —Respondí, para después introducir el tenedor repleto de comida en mi boca.

—¿No quieres que le diga que traiga a Tom con él? Es una buena idea.. creo que ustedes dos necesitan... —La interrumpí.

—Bill y Tom más que gemelos parecen siameses, siempre están juntos, así que no hace falta que hagas nada, podría jurar que Tom va a venir con él aunque yo le dijera que no.

—De acuerdo pero.. ¿Tú quieres que venga?

—No tengo ganas de verlo. ¿Tú si quieres que venga Bill? Pareces incluso ilusionada por verlo.

—La verdad es que si, me ilusiona que venga. Sabes que lo quiero mucho, y no me sentiría a gusto sin verlo antes de que se vaya de viaje.

—Que estúpida eres Bettina.. —murmuré.

—¿Perdón? —Preguntó mi hermana, observándome con una ceja alzada, incapaz de entender. —Tal vez sea estúpida, pero prefiero serlo antes de ser una maldita mocosa caprichosa y orgullosa como tú.

—Hey niñas... —Intervino Jared en tono amenazante. Ya me había olvidado de que se encontraba en la misma mesa desayunando con nosotras, ya que no había mencionado ninguna palabra desde que comenzamos a comer.

—Pareciera que últimamente todos están empeñados en echarme en cara lo que soy. —Musité, y sin permitir a Bettina replicar algo, me puse de pie y salí de la cocina, dirigiéndome hacia mi habitación.


Narra Bettina:

—Uff... Kayla tiene carácter. —Mencionó Jared.

—No es eso, creo que me pasé con lo que le dije. —Respondí.

—¿Que le dijiste? —Jared y yo, asustados, volteamos a ver de inmediato el umbral de la puerta, donde habíamos escuchado aquella pregunta. Allí se encontraba Tom, de pie y con los brazos cruzados, observándonos fijamente esperando una respuesta.

—Tom.. ¿Que haces aquí? ¿Cómo entraste? —Preguntó Jared, sorprendido, mientras se ponía de pie y se dirigía hacia donde se encontraba el susodicho.



—Cuando ustedes se fueron a Berlín, Kayla me dio una copia de la llave. Pero ese no es el asunto, ¿De que hablaban? —Respondió.

—Hola. —Saludó Bill, quien apareció justo detrás de su hermano.

—Tom, lo mejor es que vayas a hablar con mi hermana, últimamente está teniendo actitudes muy rebeldes, así que te suplico que le tengas paciencia. —Dije. Bill se acercó hacia mí, hasta arrodillarse a mi lado, dándome un tierno abrazo.
—De acuerdo, iré a su habitación; porque supongo que está allí ¿Cierto?

—Si.. —Respondí.

—Vale.. deseenme suerte. —Rió mi cuñado, justo antes de desaparecer por la puerta, encaminándose hacia la habitación de mi hermana.


CONTINUARA....

1 comentario:

  1. Holaaaaa! lei el capi creo que al dia siguiente de que lo subieras, pero he estado tan liada que no he podido comentar!
    Cuando subes la ultima parte¿? espero que sea prontooo!
    bueno..tom y kayla me desconciertan un poco la verdad, por que tom quiere arreglar las cosas pero kayla se comporta como una estupida!
    esta tarde intentaré subir nuevo capi! cuidateee!

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