Cap. 75 Automatic Dreams

Capítulo 75: ¿Quieres vivir conmigo?

Narra Bill:

Cuando abrí la puerta, me sentía demasiado feliz, mientras tenía una sonrisa dibujada en mi rostro, que lentamente se fue borrando, cuando lo primero que vi fue al idi*ota de Paolo, ahí, parado junto a los demás, como si fuera un cordial invitado, cuando ni yo mismo sabía quien demonios lo había invitado a la bienvenida de Bettina.

Mientras todos saludaban a Bett, me encargué de buscar a Jared hasta exigirle una explicación.

Bill: Hey, Jared ¡Por Dios! ¿¡Quien ha invitado a Paolo!? -Pregunté molesto, en cuanto estuvimos lejos de todos los demás-

Jared: ha sido Dalia, pero ha sido accidentalmente

Bill: pero es que ¡J*oder! -Grité, aunque por suerte nadie me escuchó- Oh ¡¡NO!! está con ella -Dije mientras los volteaba a ver furioso y Jared me sostenía fuertemente del brazo-

Jared: tranquilízate, en cuanto no se acerque demasiado a ella todo está bien

Suspiré y cerré los ojos un par de segundos, y en cuanto los abrí, me encontré con la terrible escena que mas temía que pasara, él, el imb*ecil ex amigo de mi novia, la estaba besando, saboreándola suciamente. No soporté seguir viendo eso, y lo mas repudiable era que él sabía muy bien que yo estaba presente, observándolo todo. Me solté del agarre de Jared tan bruscamente que casi lo tiro al suelo y salí corriendo como pantera hacia el lugar del crimen. Todo lo hice por inercia, llegué y empujé tan brutalmente a Paolo hacia el suelo, que se golpeó la nariz, terminando por salirse un pequeño hilo de sangre de ésta; pasé mi brazo rápidamente por los labios de Bettina, limpiándole la cara, y en seguida, como todo un animal salvaje, me aventé de golpe hacia Paolo, quedando los dos tumbados en el suelo, yo encima de él, y sin importarme que estuviese sangrando, lo agarré del cuello de la camiseta y lo observé con ojos asesinos.

Bill: esta es la segunda.. ¡LA SEGUNDA! Vez que besas a Bettina a la fuerza, y no te lo voy a seguir permitiendo ¡¿ME OYES!? -Grité-

Bettina: Bill tranquilízate por favor -Dijo en un susurro, para que solo nosotros lo pudiésemos escuchar, ya que la mirada de todos los presentes se acababa de centrar en la escena-

Bill: Este imb*ecil tuvo el descaro de besarte, sabiendo que yo estaba presente, como quieres que me tranquilice -Dije sin siquiera mirarla, sin quitar la vista de mi víctima, que me observaba con ojos cínicos y asustados a la vez-

Dalia: Paolo vayámonos, ya has hecho suficiente -Le dijo a su amigo a mis espaldas-

Entonces Jared me jaló de un brazo hasta que me puse de pie y solté a Paolo, me quedé observando como se levantaba del suelo, limpiándose un poco la nariz y sonriendo estúpidamente. Le dedicó una mirada de cinismo a Bettina, quien puso una mueca de desagrado. Y después salió por la puerta junto con Dalia, sin siquiera despedirse.

Como si nada hubiese pasado, nos fuimos todos hacia el jardín a comer un poco de comida china para seguir celebrando la bienvenida y el cumpleaños de Bett. Tom llegó justo a la hora de comer, y estuvimos conversando un rato todos juntos, éramos pocos, solo quedábamos Georg, Gustav, David, Jared, Vinz, Tom, Bett y yo, sin contar a Flor, que se había ido a otro lugar.

Bettina: Como está todo con mi hermanita Tom

Tom: Sigue inconsciente, los medicamentos que le aplicaron la van a dejar dormida por días -Dijo triste y serio a la vez-

Por suerte todo estaba bien, Kayla ya estaba fuera de peligro, y se estaba recuperando lentamente, al igual que los bebés, que se estaban desarrollando en la incubadora.

Horas mas tarde todos se fueron a sus casas y Tom al hospital de nuevo y Jared y yo nos quedamos con Bettina.

Jared se fue a la pequeña oficina que tenía en la casa, a arreglar algunos asuntos de su trabajo, y yo llevé a Bett a su habitación.

Estuvimos conversando un rato más, ella se sentía nerviosa y a la vez emocionada por su operación, tenía muchísimas ganas de volver a caminar, pero a la vez le daba miedo no recuperar el movimiento en su pierna.

Mientras conversábamos, me di cuenta de lo valiente y campeona mujer que es Bett, después de todo, su vida no ha sido fácil, haber sido abusada por su tío de niña, después perder a sus padres, y luego quedar con una pierna inmovilizada, sin duda esa no era una vida fácil, y aun así ella quería seguir luchando por sus sueños y su felicidad.

Bettina: Bill quisiera contarte algo que ocurrió el día del accidente, algo que ya le dije a Jared, pero no me quiere creer

Bill: Pero si tu nunca mientes -sonreí- ¿Que ocurrió? -Pregunté curioso-

Bettina: después de escucharte conversar por teléfono y pensar que me eras infiel, salí corriendo por la pradera, hasta perderme completamente. Estuve vagando por ésta hasta que oscureció, y cuando ya estaba por darme por vencida y tirarme al suelo -suspiró mientras sus ojos se le hacían cristalinos por las lágrimas, y yo la abracé- de repente comencé a escuchar una voz que me llamaba a mis espaldas, y cuando me di cuenta, era mi mamá Bill, se me apareció y me dijo que tenía que hablar contigo, que tu eras bueno y que me querías, también me dijo que cosas difíciles me iban a pasar y que quería verme fuerte -Dijo mientras hundía su cabeza en mi pecho y comenzaba a llorar desconsoladamente-

Bill: ¿Pero porque lloras? Mi suegrita es genial, gracias a ella has hablado conmigo y ahora estoy yo aquí contigo cuidando de ti, y por supuesto que no creo que mientas

Bettina: Es que sigo sin creerlo, mi madre, después de años de estar sin verla, me dijo tantas cosas maravillosas y que tanto necesitaba escuchar -Dijo mientras me abrazaba cada vez mas fuerte- no tienes idea de cuanto la extraño

Continuamos conversando un rato más, hasta que Bett se quedó dormida entre mis brazos, cosa muy usual en ella últimamente.

La acomodé en la cama, recostándola más cómodamente sobre ésta, y enseguida me tumbé yo a su lado, abrazándola como si fuera un esponjoso oso de peluche, apoyé mi cabeza sobre la suya. Nos quedamos en esa tierna posición, hasta que lentamente me fui quedando dormido junto a ella.

Narra Tom:

Habían pasado ya dos semanas desde el nacimiento de mis hijos y aún no me dejaban cargarlos, ya que aún se encontraban en la 'incubadora' que según los doctores era necesario que permanecieran allí unas semanas más, ya que debían ponerse sanos por completo; la única que podía cargarlos era Kayla, y solo era para amamantarlos, y yo, tan solo me quedaba a su lado, observando como lo hacía, se veía tan tierna, se ruborizaba de que la viera amamantar.. ¡Amamantar a nuestros hijos! Le daba vergüenza, cosa que yo no entendía, porque, si una vez se había dejado prácticamente abusar sexualmente por mi, quedando embarazada de gemelos, ahora ¿Le daba pena?, sin duda nadie entiende a las mujeres, pero eso es algo esencial que las hace ser tan especiales y únicas.. Pufff... cursilerías provenientes de Tom de nuevo...

Ahora que me daba cuenta.. ¿Solo una vez nos hemos acostado? ¿¡¡Como demonios lo he aguantado tanto tiempo!!?.. Sin duda Tom Kaulitz ha dado un giro rotundo a su vida, y no estoy seguro si es para bien o para mal, aunque lo mas seguro es que sea para bien, porque por lo que me ha dicho Bill es que “Estoy madurando”, y también me dice que eso es algo muy bueno para mis hijos y para mi novia-futura esposa.

Respecto a Kayla, seguía muy delicada y no estaba curada por completo, ya le habían dejado de suministrar aquellos extraños medicamentos, y se los habían sustituido por otros líquidos que no tenía ni la menor idea de que eran; podrían ser drogas radioactivas y yo ni en cuenta, pero lo mas seguro es que serían medicamentos. A demás de eso, cada media hora venían doctores a revisarla, y una enfermera nunca se despegaba de ella ni un solo minuto cada vez que amamantaba a los bebés, y siempre con la misma absurda explicación de que “Tengo que vigilar que no se quede sin nutrientes, no se le vaya a bajar la presión, o le vaya a provocar alguna hemorragia interna” digo absurda, porque cada vez que amamanta está perfectamente bien, y nunca le ha ocurrido nada anormal.

Desde el nacimiento, había estado inconsciente durante tres días, y cuando por fin despertó, pudimos conversar solo un poco, ya que le dolía el estómago varias veces y no podía hablar, seguro sería algún efecto de la cesárea, o yo que sé, ¡Soy hombre!, pero por lo menos, cada vez se recuperaba más, y podíamos conversar cada vez más.

Tom: Hey Kayli -Dije atrayendo su atención, ya que estaba concentrada alimentando a Freddy, mientras Layla reposaba en una pequeña cuna a su lado- Quiero preguntarte algo

Kayla: Si Tommy, dime -Dijo sin despegar la mirada del bebé, con una voz sumamente débil-

Tom: Emm.. este -bufé- para que no sea tan difícil y extraño decirlo, lo diré rápidamente -ella se rió- ¿Quieres venir a vivir conmigo? -suspiré- pero claro, que si prefieres irte a tu casa en cuanto abandones el hospital puedes hacerlo, prometo no despegarme de ti nunca

Kayla: ¿Es en serio? -Dijo incrédula con una ceja alzada- No es que no quiera, solo que sabes que ahora soy muy joven como para quedarme a cuidar unos gemelos bebés yo sola y me da miedo hacer algo mal

Tom: Pero la casa es muy grande, si no te quieres sentir sola puedes venir con Bettina y con Flor, no hay problema con eso, a demás mamá también estará ahí, recuerda que se ha mudado con nosotros durante varias semanas más, para ayudarte, a demás seguro que Bill se sentiría muy feliz si Bettina, sus sobrinitos y tu se vienen a vivir con nosotros

Kayla: Tom, esa idea no suena nada mal, pero ustedes en menos de un mes regresan a su gira mundial, y no quiero que sea un inconveniente

Tom: Por favorrr -Dije con voz de niño chico, mientras me levantaba de la silla en la que me encontraba y me iba a sentar a su lado sobre la camilla-

Kayla: Bueno, en una semana saldré del hospital, dejame pensármelo ¿vale? Pero no te prometo nada -Sonreí y la besé-

Estuvimos un tiempo mas así, juntos, yo observando la tierna escena, hasta que ambos bebés estuvieron llenos de alimento, o mas bien, de leche, los recostamos en sus pequeñas cunas y nos quedamos observándoles un tiempo, en silencio, mientras ellos estaban despiertos, jugando con sus manitas.

Kayla: ¿Te has dado cuenta? -Dijo captando mis distraída atención, que estaba fija en mis hijos-

Tom: ¿De que? -Dije mientras colocaba mi cabeza en su hombro-

Kayla: Freddy tiene ojos verdes como yo, y Layla ojos avellana como tu -Dijo mientras jugaba con mis trenzas-

Tom: Oh es verdad -Sonreí ensoñado, pensando en lo estú*pido que había sido en no haberme dado cuenta de eso antes- creo que es lo único en lo que difieren, porque si ambos fueran varones o niñas, seguro no sabría quien es cada quien ¡Son iguales!

Kayla: Si -sonrió- parecen una perfecta mezcla de nosotros dos -Dijo, y en seguida me abrazó fuertemente-

La enfermera, que se encontraba presente observándonos desde una esquina alejada para no incomodar, al ver a los gemelos ya no hambrientos y a punto de dormirse, nos pidió que nos despidiéramos de ellos, y en seguida se los llevó de regreso a la incubadora; no entendía porque estaban en ésta, si yo los veía muy bien, grandes y bonitos como cualquier bebé.

Kayla se sentía tranquila, al ver a los bebés progresando perfectamente, y más al darse cuenta de que yo no me separaba de ella ni un solo minuto. Constantemente me decía que moría de ganas por ver a Jared, Bettina o Bill, pero lamentablemente, como aún se encontraba en un estado de salud crítico, nadie podía visitarla, a demás de mi, por tener derechos por ser su pareja y el padre de los niños.

Aún seguía siendo difícil para mi acostumbrarme a llamarme a mi mismo 'Padre' de unos bebés; sin duda jamás me lo habría esperado, yo Tom Kaulitz, ser padre a los veinte años de edad, junto con una adolescente de dieciséis años. Antes esa afirmación me hubiese sonado estúpidamente incoherente, pero ahora, la tomaba mas enserio que nunca.

Me quedé con Kayla todo el resto de la tarde y noche; estuvimos viendo la televisión, aún los programas de chismes seguían sin acostumbrarse a mi nueva paternidad, que por suerte, los fans no lo habían tomado tan mal, algunos si, me juzgaron por haber ocultado el embarazo de Kayla todo el tiempo, pero otros me entendieron perfectamente, sabiendo que por primera vez, su ídolo y guitarrista favorito se había enamorado, y todo lo había hecho por defender el bienestar de su amada e hijos.