Narra
Bettina:
El
lastimoso sol comenzó a darme directo en los ojos, así que los abrí
lentamente; por un momento había olvidado que me encontraba en la
playa, dormida, junto a Bill, que cuando observé bien a mi
alrededor, habían unas cuantas personas en la misma playa, solo que
ninguna se encontraba suficientemente cerca de mi. Y fue cuando me di
cuenta que Bill no estaba, tan solo estaba su camiseta que se había
quitado anoche y sus botas militares, y como él no había traído
otra camiseta u otros zapatos, supuse que no estaría muy lejos.
Cogí
la camiseta y la olfateé como un perro, olía a el, a ese aroma tan
puro y dulce, tan único y propio de él.
Me
senté sobre la arena, sin poder hacer más, me sentía una completa
inútil, sin siquiera ser capaz de levantarme e ir a buscar a mi
novio por mi misma, sino, que tendría que esperar a que el regresara
solo, cosa que siempre he odiado, tener que depender de alguien mas
para hacer las cosas.
Bill:
Hey amor, ¡Buenos días! Veo que ya has despertado -Gritó a lo
lejos-
Volteé
hacia atrás, donde había escuchado su voz y lo vi, venia corriendo,
estaba sin camisa y descalzo, y con el pantalón doblado hasta un
poco abajo de las rodillas. Su ligeramente larga cabellera negra se
movía con el viento al paso en el que el corría hacia mi. Me quedé
embobada viéndolo, a demás de ser perfecto por dentro, era perfecto
por fuera. Aunque no tuviera una musculatura marcada en su abdomen y
en sus pectorales, se veía demasiado guapo, y sus tatuajes lo hacían
lucir demasiado sexy. Recuerdo que una vez, hace un par de años,
Kayla y yo estábamos viendo en la T.v un programa, en el cual salió
una entrevista a Tokio Hotel, y fue cuando salió el vocalista de la
banda diciendo orgullosamente que se había hecho un nuevo tatuaje,
que simbolizaba su libertad y bla.. bla.. bla; en ese entonces no me
interesaba mucho Tokio Hotel, y mucho menos Bill, solo les solía
prestar un poco de atención para lograr entender el fanatismo
extraño de Kayla.
Un
año mas tarde, estábamos en la misma situación, viendo la T.v, y
volvió a salir Bill Kaulitz, fue cuando dijo que se había tatuado
todo su costado izquierdo, Kayla gritaba y se emocionaba al escuchar
a su ídolo decir eso, entonces fue cuando yo dije:
-No
entiendo porque te emocionas tanto por un tatuaje, ¿es que ese chico
se tatúa cada año? realmente está arruinando su físico, seguro
que ese tatuaje se ha de ver asqueroso.
-Cállate
Bettina! Se que en el fondo estás deseando ver ese tatuaje tanto
como yo. -Dijo mi hermanita con un tono de voz a la defensiva.
-Yo
siempre he pensado que los tatuajes son para gente que no le importa
su vida ni su la imagen buena o mala que proyecta ante los demás.
-Dije seria, en parte lo dije en serio, pero por otra parte lo dije
para molestar a Kayla.
-Sé
que algún día dirás lo contrario -Dijo en tono burlón.
Y
aquí me encontraba ahora, sentada en la playa, observando como
estúpi*da el tatuaje de Bill, que un año atrás yo misma había
dicho que tal vez se vería asqueroso, y ahora, lo observaba como si
la cabeza se me hubiera ido. Precisamente ese 'asqueroso' tatuaje del
costado de Bill, resultaba ser mi favorito y el que mas me gustaba,
obviamente no tenía nada de asqueroso, todo lo que tenía era
sensualidad pura. Y obviamente Kayla había tenido razón, terminé
cambiando mi perspectiva de los tatuajes tiempo después, gracias a
que conocí el verdadero interior de Bill.
Bill:
Buenos días preciosa -Repitió, mientras se acercaba mas hacia mí-
Bettina:
Buenos días amor -sonreí- ¿Donde has estado? -Pregunté curiosa,
mientras él se sentaba a mi lado-
Bill:
fui a la camioneta a traer una botella de agua -Dijo señalándome su
botella, que por haber estado observando el cuerpo de mi novio y sus
tatuajes, había ignorado por completo la presencia de ésta- y
también llamé a Tom y me fumé un cigarrillo por allá lejos, ya
que no te gusta que fume cerca de ti.
Bettina: no es que no me guste, es que sabes que soy alérgica al humo del
tabaco -Dije besándole la mejilla- y bien, que te ha dicho Tom,
¿Kayla está bien? Y los bebés ¿Que ha ocurrido?
Bill:
Dice que Kayla sigue inconsciente por los medicamentos que le
aplicaron, pero que ha estado muy tranquila y lentamente se está
recuperando de esa enorme pérdida de sangre que tuvo
Bettina:
espero que esté bien -suspiré- y los gemelitos ¿Como están?
Bill:
Están mejor que nunca, bueno, en parte no, siguen en la incubadora,
pero también se están recuperando lentamente, y pronto podrán
regresar a casa junto con Kayla.
Bettina:
bueno, por lo menos todo está bien ahora, esperemos que pronto
podamos estar todos juntos de nuevo, no soporto que ahora estemos la
mayor parte del tiempo en ese feo hospital -Bill me abrazó y me besó
la frente- por cierto, el chófer que nos trajo hasta aquí ¿pasó
la noche en la camioneta?
Bill:
No, él se fue a su casa supongo, así que de regreso me tocará
conducir a mi -Dijo con una luminosa sonrisa en su rostro-
Se
puso de pie y me ayudó a levantarme de la arena, prácticamente
cargándome. Coloqué mi brazo detrás de su cuello y así avanzamos
hasta la camioneta. Cuando llegamos, me cargó y me sentó en el capó
de ésta, y después sacó mi horrorosa silla de ruedas.
Sacó
una camiseta negra sin mangas del maletero y se la puso, después se
acomodó el pantalón de nuevo, hasta que le llegó a los tobillos
como debería de ir, y se colocó sus bellas botas militares, y para
finalizar su look de sexy rockero, se colocó unas gafas de sol, y
después se revolvió el cabello con una mano, alborotándolo y
peinándolo a la vez.
Después
se acercó hacia mi y me volvió a cargar en brazos, colocándome
sobre la silla y yo bufé.
Bill:
veo que sigues sin acostumbrarte a la silla ¿verdad? -Dijo mientras
se sentaba de cuclillas frente a mi-
Bettina:
Creo que nunca me acostumbraré, es tan extraño no sentir
absolutamente nada mi pierna
Bill:
Si, me imagino amor, pero recuerda que en dos semanas te operan para
que recuperes el movimiento y puedas ir a tus terapias -asentí- y te
prometo que volverás a caminar y ser la misma de antes
Bettina:
bueno olvidemos eso, no tengo ganas de hablar de mis desgracias
-bufé- y ahora dime ¿A donde vamos? -Dije sonriendo-
Bill:
Iremos a un bello restaurante a desayunar, y después iremos a un
lugar sorpresa
Bettina:
No pregunto que sorpresa porque se que no me dirás ¿o si?
Bill:
no, no te diré -Dijo riéndose-
Caminamos,
bueno, Bill caminó hacia el restaurante, empujando mi silla, estaba
bastante cerca de la playa, y era un lugar muy bonito. Entramos y nos
sentamos en una mesa cerca de la entrada.
Ambos
ordenamos ensaladas y un par de jugos de naranja. Comenzamos a comer
mientras conversábamos de cosas sin mucha importancia.
Después
Bill pagó la cuenta y salimos de allí, y nos dirigimos hacia la
camioneta. Me cargó de nuevo y me subió al asiento del copiloto de
ésta, subió mi silla al maletero, y enseguida lo vi a él sentarse
en el asiento del conductor.
Comenzamos
a dar un paseo por la ciudad, por lugares a los que nunca había ido,
o tal vez si, pero que por ahora no recordaba. Desde que desperté
del coma, descubrí que se borraron algunos recuerdos en mi cabeza,
pero eran muy nulos y realmente no me importaba, lo único que me
hubiera gustado olvidar por completo había sido la violación y nada
mas.
Bill:
Nos hemos detenido aquí porque tengo que pedirte un favor -Dijo
observándome con una sonrisa pícara-
Y
fue cuando me di cuenta de que había detenido la camioneta en un
otro de los lugares que no conocía. Parecía un estilo de bosque,
lleno de árboles, pero sin duda no era un bosque, era una especie de
¿campo?.
Bettina:
emm ¿Que? Que necesitas Billy -Dije sonriendo extrañada-
Bill:
Necesito que te cubras los ojos con ésto -Dijo enseñándome una
bandana para la frente, que seguro sería de Tom-
Bettina:
¿Es de Tom cierto? -reí- es la tercera vez que me haces tapar los
ojos con una de sus bandanas -Dije riéndome, la primera vez que me
había cubierto los ojos con una bandana de Tom, había sido en
Ibiza, cuando recién nos conocimos y Bill me llevó a ese manantial
precioso, la segunda había sido la vez que cumplimos siete meses
juntos, ese día cuando muy temprano pasó por mí a mi casa para
llevarme a la universidad, y cuando llegamos, un enorme, muuuy enorme
cartel pegado a las paredes de la universidad decía “Feliz
siete-mersario.. Bill & Bettina TE AMO” y debajo de las letras
venía muchas imágenes de nosotros juntos, acompañadas de unas
cuantas frases melosas como “Juntos por siempre” o “Eres el
amor de mi vida”. Lo único malo de esa vez fue que ese cartel dejó
de ser privado, ya que algún gracioso de la universidad le había
sacado una foto y la había vendido a los paparazzis, haciendo que
ese hermoso cartel apareciera en los programas de chismes al día
siguiente. Y la tercera vez era ahora, que tenía a Bill delante de
mi, sonriente y observándome fijamente.
Bill:
Si, es de él, siempre suele olvidarlas en las camionetas del staff
-Dijo riéndose- pero ese no es el punto, cógela y cubre tus bellos
ojos -Dijo mientras me acercaba más la tela a la cara y yo la cogía-
Cuando
no pude ver nada, escuché como la camioneta se encendía y volvía a
moverse, el trayecto fue corto, y yo todo el tiempo estuve haciendo
preguntas a Bill para intentar 'averiguar' a donde iríamos, pero el
no quiso decirme nada, tan solo se reía y me respondía de manera
cortante para que no pudiera adivinar nada. De repente sentí el
coche detenerse, y una extraña sensación de ¿emoción? Invadió mi
cuerpo, aunque no sabia donde estábamos, por alguna razón me sentía
feliz.
Bill:
hemos llegado -asentí sonriendo, y algo me dijo que Bill también
sonrió-
De
nuevo me ayudó a bajar de la camioneta y me situó en mi silla,
moviéndome.
Bill:
¿Lista? -Pregunto, y después besó mi mejilla-
Bettina:
Si, estoy lista
Bill:
Puedes descubrirte los ojos
Quité
temerosa la bandana de mis ojos, y al ver el acogedor lugar en el que
me encontraba, una lágrima no pudo evitar salir de mi ojo, ese bello
lugar que tanto había echado de menos, por fin volvía a verlo, con
un enorme letrero que decía “Bienvenida mi princesa” en la
entrada.
Bill:
Bienvenida a casa -sonrió- otra vez
Bettina:
¡Dios! Así que ayer me dieron de alta del hospital y ¿nadie me
dijo nada? -Dije emocionada-
Bill:
queríamos que fuera una sorpresa
Bettina:
pues si que lo ha sido, ¡Gracias! Entremos por favor
Bill
comenzó a empujar mi silla hacia la entrada, pasamos por el garage,
donde estacionabamos nuestros coches, lo que más llamó mi atención
fue que mi coche no estaba, solo estaba el de Kayla y el de Jared.
Bettina:
¿Y mi Porche? -Pregunté-
Bill:
oh, lo han llevado al mecánico, porque desde que te accidentaste, lo
dejaste abandonado en la pradera del videoclip, y se le ha agotado la
gasolina y la batería
Bettina:
¿Desde hace un mes? Como es posible que lleve un mes en el mecánico
solo por no tener batería ni gas eso es estú*pido
Bill:
lleva tan solo unos tres días, es que nos tenías bastante
preocupados a todos que nadie se acordó de tu coche -Dijo riéndose,
mientras llegábamos a la entrada principal de la casa-
-¡Bienvenida
Bettina! -Gritaron todos los presentes en cuanto Bill abrió la
puerta, los presentes eran Jared, Vinz, Georg, Gustav, Andreas,
David, Flor, Dalia, y ¿Paolo? Eso si era extraño, dudo que Bill
ahora se llevara bien con él como para haberle permitido entrar a mi
casa a darme la bienvenida, y yo tampoco quería verlo, sin duda
había dejado de ser mi amigo desde aquel último percance que
tuvimos.
Bettina:
¡Gracias! -Dije sosteniendo las lágrimas de felicidad-
Jared:
nos hubiera gustado que Kayla, Tom, y los nuevos gemelos hubieran
estado aquí, pero sabes que no se pudo pequeña -Dijo abrazándome
mientras me besaba la mejilla-
En
seguida todos se acercaron hacia mi y me abrazaron. Todos los abrazos
venían acompañados de frases como “Que alegría que estés en
casa” o “El coma te ha sentado bien, te vez mejor que nunca”.
Busqué
a Bill con la mirada, él conversaba con Jared a lo lejos, parecía
molesto, y Jared intentaba tranquilizarlo con palabras.
Paolo:
Preciosa, que alegría que estés bien ahora, te he extrañado
muchísimo -Dijo distrayendo mi atención de Bill, volteé a verlo, y
estaba sentado de cuclillas frente a mi, observándome con una
descarada sonrisa- ¿Como estás?
Bettina:
Perdona, pero que yo recuerde tu y yo ya no somos amigos, y no tienes
nada que hacer aquí -Dije mientras giraba un poco las ruedas de la
silla, alejándome un poco de él, aunque no funcionó, porque de un
salto, volvió a posicionarse cerca de mi-
Paolo:
Pero Betti, hermosa, sabes que tu me importas demasiado, no podía
estar mas tiempo sin verte -Dijo mientras me cogía una mano y
después acariciaba mi brazo-
Bettina:
No.. emm suéltame -susurré y bajé la mirada unos segundos, después
volteé a ver a Bill, que nos estaba mirando fijamente con el ceño
fruncido-
Paolo:
Te amo -sonrió mientras se abalanzaba sobre mí y me daba un fuerte
abrazo, colocando su cabeza en mi hombro, vi a Bill de nuevo, tenía
una expresión molesta, y mi hermano estaba a su lado agarrándolo
fuertemente del brazo para que no se nos abalanzara encima para
golpear a Paolo, que enseguida me besó la frente, y acarició mi
mejilla con su pulgar, acercándose lentamente hacia mí, hasta que
se acercó lo suficiente y me besó en los labios. Me quedé
paralizada, sin gesticular ningún movimiento, tan solo me di cuenta
de que Bill negaba con la cabeza y se soltaba bruscamente del agarre
de Jared, acercándose peligrosamente hacia nosotros.
O.o
ResponderEliminarMadre miiiiia!.. haber que decir.. lo primero el capitulo esta genial! siento muuuchisimo, no haber podido pasar antes pero estoy liadisima con examenes y no tengo tiempo de nada u.u
lo segundo es que paolo es estúpido! gilipollas! si.. es.. cortito me cae mal!
bill le tiene que pegaaar! y lo tercero..bill es taaaaaaaaan genial! puff!
gracias por avisar! yo intentaré subir mañana capi que ya lo tengo casi terminado pro no prometo nada! u.u
Muerte a Paolooooo!!!!
ResponderEliminarCreo que bien claro le dejo Bett que ya no eran ni siquiera amigos
pero por los visto no aprende.
y creo que Bill sabe muuuy bien como hacerselo entender jajaj
a bofetada o puñetazo limpio xD
( Que violenta soy aveces)
Me encantó el capi
grax por avisarme :D
MUY BUENOOO Y ROMÄNTICO EL KPI!!! Y TMB ECHARIA A PATADAS A ESE TIPO DE LA KASA!!! Sigo leyendooo :) ♥
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