domingo, 26 de febrero de 2012

Cap. 47 Automatic Dreams


Capítulo 47: Eres un cobarde



-Llamada telefónica-
-Ho, hola Jared- Dije tartamudeando.

-Bill donde demonios está Bettina- Dijo con un toque de preocupación en su voz.
-La verdad es que no lo se Jared, desapareció desde ayer en la tarde y no sabemos nada de ella- Le solté al fin, de todas maneras es su hermano, debía enterarse que su hermana está desaparecida.

-¡Eso no es cierto! Por favor jurame que esta contigo Bill, o por lo menos jurame que esta bien- Dijo desesperado.

-Jared, lo único que te puedo jurar es que no se donde está, ayer prácticamente volteamos todo Hamburg para que apareciera, pero jamás la encontramos

-Mi*erda, ¡Mi*erda!- Gritó.

-Que ocurre- Me preocupé, Jared sabía algo que yo no.
-Bill, hace unos minutos me llamaron a mi móvil las autoridades de allá de Hamburg, y me dijeron que hace una hora una mujer se accidentó, que no traía celular, ni identificaciones, y que fue llevada al hospital más cercano, y que los encargados la reconocieron por ser de las dueñas del hospital, y al parecer se trata de Bettina, los del hospital les dieron a las autoridades mi numero de móvil para contactarme- Dijo histérico.
-Eso no puede ser cierto Jared, ¡Donde estas!- Grité mientras me ponía de pie y comencé a deambular por la recámara-

-Sigo aquí en Francia, en el aeropuerto, ahora mismo me regresaré para hallá Bill, mientras investiga en que hospital esta mi hermanita por favor!-

-Pero yo no tengo ni la mas mínima idea de cuales son los hospitales de ustedes! Ni en donde los tienen, además como pretendes que la encuentre y más a esta hora en ¡¡DOMINGO!! -Comencé a ponerme histérico.

Tom:
Hey deja de gritar -Me gritó adormilado, yo coloqué mi dedo indice sobre mis labios, haciéndole seña de que guardara silencio, Tom se puso de pie y se acercó hacia mi-
-Tenemos muchísimos hospitales regados por todo Alemania, y la gran mayoría de ellos están allá en Hamburg, así que tan solo buscala en todos-

-Pero...-

-Pero nada, yo se que tu amor hacia ella es grande Bill, y sé que harás hasta lo imposible por encontrarla- Dijo Jared.
-Si, tienes razón en eso, la amo como no tienes idea, incluso más que a mi propia vida, y te juro haré todo lo posible por encontrarla- Dije conteniendo el llanto.
-Gracias Bill, de verdad que eres un gran amigo y cuñado, tan solo te suplico, que si sabes algo de ella me avises de inmediato, en aproximadamente cinco horas estaré haya-

-Eso tenlo por seguro- Sonreí de medio lado.
-Adiós cuñado, suerte- Colgó sin dejarme despedirme.
-Fin de la llamada telefónica-

Me senté sobre la cama dejándome caer pesadamente, coloqué mis manos en mi rostro y comencé a llorar de nuevo, Tom se quedó parado en frente de mi, lo miré de reojo, y noté que le dolía verme así. Me puse de pie y coloqué mi mano en su hombro.

Bill: Necesito que me ayudes Tom

Tom: Sabes que siempre te ayudaré en lo que necesites, pero primero dime que ocurrió -Dijo preocupado-

Le comencé a decir todo lo que Jared me había dicho por teléfono, y también le dije lo que soñé, yo mismo me sorprendí, ya que mi sueño coincidía un poco con lo que Jared me acababa de decir. 



Nos sentamos de nuevo en la cama, Tom colocó su brazo en mi hombro, en seña de que podía contar con el y que me calmara. Si, suena un poco est*upido, que yo sepa todo lo que Tom piensa con tan solo colocar su brazo en mi hombro, pero simplemente así es, ambos tenemos una especial conexión.

Bill: Tom, soy un idi*ota, Bettina está desaparecida y accidentada por mi culpa -Dije cubriendo mi rostro con ambas manos, tratando de controlar un poco mi llanto-

Tom:
No es cierto Bill, ella huyó, no dijo porque, y si no te reclamó nada es porque tu no tienes que ver con eso

Bill: ¡Pero pude haberla detenido Tom! -Me puse de pie y me dirigí hacia el baño mientras Tom me seguía-

Tom:
Bien, es una lastima que mi hermano que cumplió su primer sueño de llegar a la fama no sea capaz de cumplir su otro sueño de encontrar el amor verdadero

Bill: ¡Callate! Ya encontré al amor de mi vida Tom

Tom: Pero eres un cobarde, porque la estas dejando perder Bill

Me quedé callado, Tom tenía muchísima razón y simplemente no supe que responderle. Me dirigí hacia el lavamanos y enjuagué mi cara.

 Parecía que había llorado sangre, mis ojos estaban completamente rojos, y fue cuando recordé que llevo bastantes horas sin dejar de llorar. Volteé a ver a Tom, éste tenia la mirada fija en el suelo.

Bill: ¿Me quieres acompañar a buscar a Bett? -Dije serio-

Tom:
Claro que si -Sonrió- Iré a ducharme, te veo en media hora en la cocina vale? -Asentí devolviendole la sonrisa-

Narra Tom:

Salimos del baño, Bill cogió sus cosas para ducharse y yo también. Cada quien se metió a su baño y se duchó. Salí unos diez minutos después, Bill aun seguía duchándose, como siempre, ¡se tarda horas! No me cabe en la cabeza como es que mi gemelo se tarda tantísimo tiempo en la ducha, ¡Es un flacucho! Dudo que tenga mucho que lavarse.


Me vestí con lo usual, un pantalón y una playera ancha de color azul oscuro, coloqué una bandana en mi frente y ¡Listo! Guapo como siempre. Me recosté en la cama, cogí mi móvil, y marqué el numero de la mami de mis pequeños.

-Llamada telefónica-

-Hola guapa-

-Hey, hola Tom, hay algo de nuevo?- Dijo adormilada.
-Te desperté cierto? Perdoname-

-No te preocupes- Supuse que sonrió.
-Te llamo para decirte que Jared ya sabe todo sobre Bett y hoy mismo regresa-

-Oh, ¿ustedes le dijeron?-

-Bueno, lo que pasa es que Jared recibió una llamada de aquí de Hamburg, el punto es que le dijeron que Bettina esta en un hospital- Vi que Bill salía del baño, y me miraba extrañado.
-¡Oh no es posible Tom! Jurame que mi hermanita esta bien -Dijo preocupada-
-Bueno, realmente no tenemos idea de en que hospital está, la iremos a buscar ahora mismo

-Quiero ir con ustedes por favor-

-No puedes Kay, estas a dos meses de dar a luz a mis bebés y no te arriesgaré ¿vale? Prometo pasar por ti a tu casa cuando la encontremos-

-De acuerdo Tomy, te quiero-

-Y yo te amo preciosa- Sonreí – Ahora debo irme si?, estamos en contacto

-Adiós Tom

-Fin de la llamada telefónica-

Bill: Hey, ya me di cuenta que cada día estas mas enamorado -Dijo levantando ambas cejas varias veces-

Tom:
jajaja callate Bill -Le di un pequeño golpe en el brazo y ambos nos reímos-
Bajé a la cocina en lo que Bill se terminaba de arreglar. Preparé un desayuno express, hot cakes con miel y nueces. Preparé los platos y un par de vasos con leche. ¡Soy un chef profesional! Pensé, y me reí de mi propio comentario. Me senté en el pequeño comedor que había dentro de la cocina mientras esperaba a mi gemelo que aun no bajaba ¡J*oder! Tarda demasiado. 

Me dirigí hacia las escaleras, y desde abajo le grité un ¡J*oder Bill, apurate! Y el me respondió con un “Ya voy”
Me senté en uno de los muchos escalones que había, miré el reloj de mi muñeca, y Bill ya se había tardado exactamente 45 minutos arreglándose, seguro mis perfectos hot cakes ya se enfriaron, pensé. Sentí que alguien me tocaba el hombro, me puse de pie y voltee a ver a mi gemelo que por fin se había dignado en bajar.

Tom: Creí que estabas deprimido ¿Porqué tan arreglado? -Pregunté confuso, ya que Bill se había arreglado como si fuéramos a ir a una entrevista, traía unos lentes oscuros, estaba vestido con un pantalón rojo ajustado, una playera negra con un dibujito extraño y una chaqueta de cuero falso, contando que se había peinado una mini cresta-

Bill:
Me arreglé porque estoy dispuesto a encontrar a Bettina, y quiero volver a conquistar su corazón, y también para demostrarte que no soy un cobarde y no voy a dejar ir al amor de mi vida así como así -Dijo con una radiante sonrisa-
Nos fuimos a desayunar mientras conversábamos de distintas cosas, me alegré porque logre que Bill se olvidara un rato de todo lo sucedido. 



Hacia tanto tiempo que no veía a Bill con su adicción a las gomitas, pero su adicción volvió, ya que le colocó gomitas de ositos a sus hot cakes, dibujando un “B & B” encima de uno.

Tom: B & B es por “Bill & Bettina” ¿cierto? -Pregunté algo que era mas que obvio-

Bill:
Por supuesto -Dijo sonriente-
Terminamos de desayunar, y nos dirigimos al garage, subimos en el Audi de Bill, yo quise conducir, ya que aun seguía desconfiando de mi hermano, pero el se negó, me dijo “Es MI auto, MI volante, YO conduzco” Acepté ante las echadas en cara de mi gemelo, subimos al auto dirigiéndonos a un día muy pesado, completamente dedicado a encontrar a Bettina.

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