domingo, 26 de febrero de 2012

Cap. 46 Automatic Dreams




Capítulo 46: Te quiero hermanito





Estuve varios minutos recordando todo lo feliz que me había hecho Bett, por alguna razón mis ojos ya no sacaban lagrimas, al parecer ya se habían secado debido ala ausencia de mi princesa. 
Una voz que provenía de la puerta de mi camerino me sacó de mis pensamientos, haciendo que diera un pequeño brinco de susto.

Kayla: Bill ¿Sabes donde esta mi hermana? -Dijo con voz preocupante-

Bill: -suspiré-
¡Cuñadita me asustaste! no lo se, supongo que se fue a casa

Kayla: no, su auto esta estacionado afuera, y Tom ya me llevo a casa a buscarla y no está, y tampoco responde su teléfono

Bill: La verdad es que no la he visto desde hace un par de horas cuando -Me callé un segundo- desde que terminó conmigo no la he visto Kay -Dije triste-

Kayla:
¿¡¡Que!!? -Gritó- estas mal Bill, ella no pudo haber terminado contigo, ¡me niego a creerlo!


Bill: así fue Kayla, ni siquiera me dijo porque, tan solo me dijo que no podía seguir conmigo, y después salio corriendo sin decirme nada más -Dije aguantando las ganas de llorar-

Kayla:
Si, recuerdo haberla visto salir corriendo, incluso le dije que viniera, pero no me hizo caso, parecía haber estado llorando, pero no me fijé bien en eso, lo que importa ahora es encontrar a mi hermana, y para eso necesito tu ayuda Bill

Llevamos a Kayla a su casa, y le dijimos que se mantuviera tranquila y pendiente, y que nos marcara al móvil por cualquier cosa que pasara, después nos dirigimos a buscar a Bettina por toda la ciudad, íbamos de esquina en esquina preguntando por ella, pero nadie la había visto, yo tan solo suspiraba con esperanzas de encontrarla y le rogaba al cielo encontrar a mi princesa perdida. 



Georg, Gustav, Tom, David, Andreas e incluso unos chicos del staff me ayudaron a buscarla, estuvimos dando vueltas por todo Hamburg, pero nadie sabia nada de ella. 
Sin darnos cuenta llegó la madrugada, y nosotros seguíamos buscándola, hasta que nos cansamos, y todos nos reunimos en un parque de aquí.

Georg: Bill, será mejor que vayamos a casa a descansar, ya van a dar las 4 de la madrugada y ya no hay nadie a quien preguntarle por ella -Dijo tocándome un hombro-

David:
es verdad, vayamos a dormir un rato y después volveremos a buscarla

Tom tan solo llegó y me abrazó fuertemente, yo comencé a llorar. Las palabras sobraban entre nosotros, con tan solo una mirada de Tom, yo sabia que me estaba brindando su apoyo incondicional. 



Estuvimos pocos minutos abrazados, el tan solo me decía que todo estaría bien. Después cada quien se subió en su auto correspondiente y nos dirigimos a casa.

Justo cuando Tom y yo llegamos a nuestra casa, yo salí corriendo disparado hacia la habitación, me tiré en la cama y me cubrí de pies a cabeza con las sábanas, y como era de esperarse comencé a llorar de nuevo susurrando su nombre “Bettina”.
Narra Tom: 

Todo el día traje un enorme signo de interrogación en mi rostro. No entendía nada de porque Bettina había desaparecido, ni porque Bill no dejaba de llorar. 

Estuvimos toda la tarde, noche y parte de la madrugada buscando a Bett, pero jamás apareció. 


Noté que Bill estaba totalmente desesperado, ya que en cada lugar que preguntábamos por ella nos decían que no estaba y que no la conocían, incluso nos dijeron que la fuéramos a buscar al hospital y a la policía, y fuimos, pero tampoco estaba ahí.

Alrededor de las cuatro y media de la madrugada llegamos a casa, yo conduje tranquilamente, ya que vi que Bill estaba muy estresado, y si el conducía nos estrellaríamos en cualquier momento. 



Todo el camino mi gemelo estuvo callado, no dijo ninguna palabra durante todo el trayecto. Tan solo permanecía en silencio, limpiando sus lagrimas y viendo en su móvil las millones de fotos que se había tomado con su novia.

Tom: Hey Bill, Bill -Le dije-

Bill:
Que, que pasa -Dijo con la voz entrecortada-

Tom:
ya hemos llegado, entremos a dormir que mañana será un día muy pesado -Dije sonriendo de medio lado-

Bill:
De acuerdo

Tom: Tranquilo, te juro y te prometo que todo estará bien -Dije sonriendo-
Bajamos del auto, y entramos hacia la casa, dejé las llaves de mi coche en una mesita que estaba al lado de la entrada principal. 

Observé como Bill salia corriendo hacia la habitación. Seguro esta cansado, pensé. Me quité la camisa, y me dirigí hacia la cocina dispuesto a disfrutar de un vaso de leche. 


Preparé un té para Bill, ya que podría jurar que aun no se había dormido. En una bandeja coloqué el té de Bill, mi vaso de leche y un montón de galletas. 
Subí lentamente para que estos no se me cayeran. Abrí la puerta de la habitación empujándola con un pie. Al entrar vi que Bill parecía un recién muerto, estaba todo cubierto de pies a cabeza. 
Dejé la bandeja en un mueble que se encontraba al lado de la cama de mi hermano y me senté a su lado.

Tom: Hey hermanito te traje un té, tómatelo -Dije quitándole la sábana del rostro-

Bill:
Gracias pero no quiero -Se sentó a mi lado-

Tom
: No te estoy preguntando si quieres, es una orden de hermano mayor

Bill: En serio, no tengo ánimos -Lo miré fulminante- Vale, de acuerdo -Sonreí-
Comenzamos a comer, ambos en silencio, yo tan solo pensaba en una manera de preguntarle a Bill que era lo que ocurría sin hacerlo sentir mal, pero preferí decirlo todo directo y ya después soportar verlo llorar de nuevo, lo cual me duele demasiado.

Tom: Oye, la ultima vez que vi a Bettina fue cuando salió corriendo de los camerinos, al parecer estaba llorando, Kay y yo la llamamos pero no nos escuchó, quisiera saber si eso tiene algo que ver contigo, porque tu estabas con ella.

Bill: -suspiró- si, yo estaba con ella, y salió corriendo por mi culpa -bajó a mirada-

Tom
: ¿Me podrías decir que ocurrió?

Bill: Bettina terminó conmigo Tom, y ni siquiera me dijo porque, tan solo me dijo que no podía continuar con lo nuestro -Dijo triste-
Me quedé mudo después de escuchar aquello, supuse que mis ojos estaban abiertos como platos al igual que mi boca, no podría imaginar como sería la vida de Bill sin ella, simplemente es algo dificil de imaginar. 

Suspiré para que mi mente se aclarara un poco, cerré los ojos dos segundos y los abrí, delante de mi tenia a Bill con la mirada perdida en su té.

Tom: En fin, el experto en chicas aquí soy yo, así que te aconsejo hermanito que ¡hables con ella! No vas a permitir que el amor de tu vida se aleje de ti sin darte explicaciones o si?

Bill: gracias Tom, tienes razón, no se que haría sin ti, siempre tus idioteces me animan jaja -Dijo con una sonrisa, y después nos abrazamos-

Tom:
te daría gomitas para animarte un poco, pero se que no podrás dormir -Ambos reímos- Te quiero hermanito

Terminamos nuestra pequeña cena, dejamos los vasos sobre la mesita de noche y planeamos lo que haríamos al día siguiente, o mas bien, en unas horas, que era levantarnos al medio día, ducharnos, e ir al estudio, donde nos reuniríamos de nuevo los G's, David, Andreas y los chicos del staff para buscar a Bettina. Minutos mas tarde me fui a mi cama a dormir, ya que sería un día un poco pesado.

Narra Bill:


Cuando Tom se fue a su parte de la habitación, me volví a cubrir con las sabanas de pies a cabeza, y sin darme cuenta caí en un sueño profundo.

Un agujero negro me consumía lentamente, o ¿era una habitación? Solo sé que era algo que me estaba aplastando el estomago y no me dejaba respirar. 

Cerré ambos ojos con fuerza, cuando comencé a escuchar su linda voz, cantando la preciosa canción que habíamos grabado meses atrás. Abrí los ojos de repente, pero yo seguía en ese cuarto negro, parecía no tener inicio ni fin, sin embargo, yo podía escuchar lo de afuera. 


Cerré los ojos de nuevo y los abrí de golpe, al sentir que una gran brisa de aire frió recorría mi rostro, caminé sin rumbo fijo, y cuando me di cuenta, ya había salido de ese cuarto negro, y yo estaba en un campo oscuro, al parecer era de noche. 


Escuché el sonido de una ambulancia, al parecer estaba cerca. Me asusté un poco ya que estaba solo en ese lugar abandonado. 
Corrí hacia la dirección de donde provenía el sonido, encontrándome con las luces rojas y azules de las patrullas policíacas y del ambulancia. 
Había mucha gente alrededor, y como el gran curioso que soy me acerqué a ver que ocurría. Al ver la escena me paralicé, empujé a la gente que se atravesó en mi camino, y me acerqué a ella, que estaba en medio del circulo de personas, recostada en una camilla, mientras su cuerpo estaba ligeramente manchado de sangre. Le tomé la mano y comencé a llorar sobre su pecho.

“Automatic, automatic, you’re automatic and your hearts like an engine, i die with every beat ♪♬” 



Comenzó a sonar mi linda canción. Me senté en la cama un poco adormilado, hasta que mi cerebro carburó ¡Mi móvil! Ese es el tono de llamada. 
Me levanté de golpe de la cama y lo busqué por todos lados.”It’s automatic when you say things get better, but they never, there’s no real love in you, there’s no real love in you ♪♬”.


 Éste seguía sonando, me desesperé por no encontrarlo hasta que éste dejó de sonar, de todas formas seguí buscándolo, tal vez algo importante había ocurrido. 
Voltee a ver la mesita de noche, y ahí estaba mi teléfono, debajo de la bandeja que Tom había dejado alli anoche. 


Lo cogí y miré la hora, 6.38 a.m ¡Que temprano! ¡Tan solo he dormido dos horas! Me rasqué la cabeza, cuando mi móvil comenzó a sonar de nuevo, “Automatic, automatic ♪♬”, miré la pantalla que decía “Jared llamando” Al ver el nombre de mi cuñado, recordé el sueño que tuve, y mis ojos se tornaron cristalinos. “Your automatic and your voice is electric ♬.” Recordé que mi móvil seguía sonando, así que lo cogí rápidamente, pensando ¿Que querría Jared?

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