Capítulo 34: ¡Abre los regalos!
Narra Bettina:
Salí de ducharme, me puse un vestido verde con azul, que me quedaba precioso, me sequé el cabello y me maquillé, como ya era tarde bajé a ver si ya habían llegado los Kaulitz, y así era, me lancé disparada a besar a Bill, sentía como si no lo hubiera visto en meses. Cuando terminamos de besarnos, éste miro mi mano vendada, y me preguntó.
Bill: Amor, pero que te ha pasado ahí, ayer que te dejé estabas perfecta –Dijo preocupado
Bettina: Oh nada importante, solo un accidente con un jarrón –Dije sonriendo para que no se preocupara-
Nos dirigimos los cuatro al jardín para comer, la comida estaba deliciosa, era pasta y un suflé de queso que estaba delicioso, nada de carne, ya que habían dos vegetarianos invitados.
Estuvimos conversando, cuando vi el reloj, ya eran las cuatro y media de la tarde ¡Jared! Recordé, ¿porque diablos no ha llegado?.
Bettina: Perdón, se me secó el cerebro, ¿que me habías dicho? –Dije sonriendo, y luego Bill sonrió-
Bill: te decía que todo el próximo año estaré de gira por Europa, y Latinoamérica, y no podremos estar juntos tanto tiempo –Dijo triste-
Bettina: Oh, había olvidado que mi novio es un cantante internacional –Dije triste-
Bill: De verdad te extrañaré muchísimo, a menos que quieras venir conmigo –Dijo mirándome fijamente-
Bettina: ¿Que? –Le pregunte, aunque estoy segura que si había escuchado bien- No hablas en serio Bill, tengo que ir a la universidad.
Bill: No me tienes que responder ahora, piénsalo y después me dices –Me dijo con un corto beso-
Bettina: De acuerdo amor, espérame unos minutos, iré a marcarle a Jared a su móvil, ya que aun no llega. –Bill asintió y me dijo un “Te amo” antes de que me fuera, yo le regale una sonrisa-
Me fuí a la sala, me asegure de que nadie me fuera a escuchar y marque el número de mi hermano.
-Llamada telefónica-
-Donde diablos te has metido Jared, ya es hora de que llegues con el regalo de Kayla-
-Tuve que ir a varios lugares, pero por fin encontré el perfecto, llego en diez minutos, no te preocupes nena, ¿Qué tal va todo por allá?-
-Todo va muy bien, ya comimos, así que te tocara comer solo – reí.
-De acuerdo Betti, haya te veo, adiós-
-Fin de la llamada telefónica-
Narra Kayla:
Cuando Tom volteó su cara para besarme, no tuve otra opción que responderle el beso. Fue corto pero muy tierno y dulce. Cuando nos separamos Tom se comenzó a reír de mi, no supe porque, así que tan solo lo miré con una sonrisa.
Bill y Bettina se fueron al jardín, supuse que iban a comer, así que Tom y yo los seguimos para hacer lo mismo.
Nos sentamos los cuatro juntos en una mesa, comenzamos a comer, al principio en silencio, pero después comenzamos a conversar sobre la fantástica gira que harían el próximo año.
Sin darnos cuenta, nuestras conversaciones se separaron, y Bill y Bett hablaban de sus cosas, mientras Tom y yo de las nuestras.
Kayla: Oye Tom, nuestros bebés nacerán en Junio del próximo año, por esas fechas estarás de gira y no podrás venir a Alemania –Dije preocupada-
Tom: Así me tenga que escapar, te prometo que un mes antes de que nazcan los bebés estaré contigo todos los días hasta esperar su nacimiento, no te preocupes por eso –Dijo sonriendo-
Kayla: Oh de verdad te lo agradezco muchísimo, pensé que nos dejarías solos y no vendrías a vernos hasta meses después –Dije aliviada-
Bill: mi novia me ha dejado solo, cuéntenme de que hablaban –Dijo mientras Tom y yo nos dimos cuenta de que Bettina se había ido-
Tom: estábamos hablando de que los bebés nacerán en Junio, y ya le dije a Kay que desde Mayo nos regresaremos a Alemania para estar con ella
Estuvimos hablando sobre el mismo tema varios minutos hasta que Bett llegó, y para nuestra sorpresa llego con Jared, que por cierto hacia dos horas que había salido, y hasta ahorita estaba regresando.
Jared: Kayla, todos ya te dieron tu regalo menos yo, así que salgamos a la calle para que lo veas
Nos pusimos de pie y nos dirigimos a la entrada de la casa, yo tan solo caminaba confundida ¿Qué hacia mi regalo en la calle? Al salir, todos nos quedamos con los ojos bien abiertos
Jared: Feliz cumpleaños preciosa –Dijo abrazándome, mientras me entregaba las llaves del precioso auto que estaba frente a nosotros, era un Mustang descapotable de color rojo, mi auto favorito, y de mi color favorito-
Kayla: Oh Jared ¿es enserio? –Pregunté sin poder creerlo-
Jared: Si pequeña, ya tienes edad para conducir uno de éstos, espero que te guste, ahora entremos que tenemos un cumpleaños que celebrar –Dijo feliz-
Volvimos al jardín, abracé a Jared fuertemente, le di un beso en la mejilla y le dije al oído “Eres el mejor hermano del mundo, no sabes cuanto te amo” y le volví a dar muchos besos en la mejilla, mientras él solo se reía.
Regresamos a la mesa en la que estábamos, Jared termino de comer mientras nosotros conversábamos de distintas cosas.
Tom: Hey Kayla, vamos a abrir todos los regalos que te hemos traído Bill y yo, aunque la mayoría son míos, solo dos son de él –Dijo riéndose, y Bill le daba un puñetazo suave en el hombro-
Kayla: Da igual quien haya traído mas regalos, lo que importa es que los dos son geniales en haberme comprado algo, los quiero mucho chicos, vamos –Dije sonriendo-
Nos fuimos al patio, en donde estaban todas las cajas ¡Eran muchísimas!, de verlas tan solo pensé ¿Cuál abro primero?. Comencé a abrir las cajas que eran los regalos de Tom, la mayoría traían cosas para bebés, o ropa de maternidad sin contar que ya me había comprado la otra cuna.
Una caja traía un arreglo floral de peluche que estaba hermoso, en otra caja estaba rellena de paquetes de distintas marcas de chocolates, también habían collares, accesorios, y muchos peluches, y algo un poco extraño que jamás pensé que me regalaría Tom, era una caja repleta de posters de él.
Kayla: Vaya Tom, este regalo si que es lindo –Dije enseñándole la caja-
Tom: Si, lo elegí pensando especialmente en ti –Dijo riéndose-
Bill: Si tan solo trajera un poster mío estaría mejor –Se rió- ¡Ahora abre mis regalos cuñadita! –Me dijo Bill con voz de niño pequeño y yo me reí-
Abrí una de las dos cajas que eran los regalos de Bill, en una de ellas había un unicornio de peluche, estaba tan bonito, era rosado con azul, y su cuerno era brillante ¿Cómo supo que adoro los unicornios? ¡Ah si, mi hermana es su novia!
Kayla: Bill gracias! Adoro los unicornios –Dije abrazándolo-
Bill: Si jaja, un pajarito –Miro a Bett y ella sonrió- me dijo que amas los unicornios y cuando lo vi, pensé inmediatamente en mi linda cuñadita –Dijo riéndose-
Antes de que abriera el último regalo, que era el de Bill, sonó el timbre de la casa, y Flor fue inmediatamente a abrir. Abrí el otro regalo, era un poster tamaño real de los cuatro chicos de Tokio Hotel, estaba autografiado y con una dedicatoria para mí de los cuatro.
Kayla: Oh también ¡¡me encantaaa!! Gracias Bill –Dije sonriendo-
Tom: Oh ya llegó la otra sorpresa –Dijo Tom señalando a las personas que habían llegado-
Voltee a ver quienes eran y cuando vi me entró una tremenda emoción ¡Georg, Gustav y David! No había tenido la oportunidad de conocerlos en persona, tan solo Bettina me dijo que eran muy agradables y graciosos.
Kayla: Por dios, no lo puedo creer –Salí corriendo hacia donde estaban ellos y los abracé emocionada-
Georg: Hola Kayla, no hace falta que nos presentemos, ya nos conoces –Se rió- Feliz cumpleaños
–Dijo abrazándome-
Gustav: Felicidades Kayla –Dijo sonriendo, mientras me abrazaba después que Georg-
David: Kayla: a mi igual ya me conoces, también te deseo un feliz cumpleaños –Me abrazó- Mi regalo para ti será que escojas tres canciones de Tokio Hotel, las que quieras, no importa el álbum, los chicos las tocaran ahorita mismo para ti –Dijo con una sonrisa-
Kayla: ¡Wow! Mi sueño hecho realidad, siempre soñé que ustedes me regalaran esto de cumpleaños –Dije llorando de emoción-
David: Bien, en lo que los chicos de staff traen aquí los instrumentos, dime que canciones quieres
Kayla: De acuerdo, quiero “Reden”, “Monsoon” y “World behind my wall” –Dije sonriendo-
Bill: Reden, esa te la debería de cantar Tom, no yo –Dijo riéndose-
Tom: Vale, te apuesto a que si yo se la canto le gustará mucho mas –Dijo sonriendo-
Kayla: Tommy, me gustas mas como guitarrista –Tom me miro fijamente con una sonrisa, mientras los demás se reían por mi comentario-
Terminaron de colocar los instrumentos, fue divertida la rápida prueba de sonido, ya que Bill decía puras estupideces por el micrófono como “Tom tiene trenzas, es una niña”, o “Soy Bill Kaulitz, y éste es mi avioncito Jumbie” y extendía sus brazos simulando ser un avión.
Nadie pudo evitar reírse de eso, en especial Bettina. Los chicos subieron al escenario y comenzaron a tocar Reden, ¡Amo esa canción! ya que prácticamente se refiere a lo que Tom y yo hicimos en el camerino el día que hicimos a nuestros hijitos.
Me quedé escuchando la perfecta voz de Bill, es realmente preciosa. Después comenzaron a tocar Monsoon ¡Mi canción favorita! No pude evitar que las lágrimas salieran de mis ojos, esa canción es simplemente perfecta y me llega al corazón.
Miré a Bett y también estaba llorando, al parecer se conmovió de ver cantar a su novio una canción tan bonita.
Y finalmente tocaron otra de las canciones que me tocan el corazón, “World behind my wall”. Bettina y yo no pudimos evitar seguir llorando, así que nos abrazamos para compartir nuestra emoción.
Observe lo perfectos que son los chicos, Gustav sus movimientos de batería hacen que mi corazón retumbe. Georg, con el estilo y belleza que tiene hace que se me revienten las venas. Bill, el sentimiento con el que canta y la personalidad que tiene, simplemente lo hacen ser perfecto. Y Tom, con su mirada sensual, y el porte que tiene al tocar, hace que cada acorde que toca me llegue al alma.
Bill: Y estas tres canciones fueron dedicadas a la futura mami de mis sobrinitos, a mi cuñadita, son dedicadas a ti Kayla, ahora cantaré un acapella dedicada a mi amada y preciosa novia, Bettina, esta canción es dedicada hacia ti, significa todo lo que siento por ti, te amo princesa –Dijo mandándole un beso a Bett, mientras Tom y los G’s se hacían a un lado para que Bill cantara su acapella.– Esta canción es “Sacred”
Bill comenzó a cantar, yo pare de llorar, mientras mi hermana seguía llorando.
Se acerco hacia donde estaba Bill, le tomó la mano y se abrazaron, pero Bill nunca dejo de cantar. Cuando Bill dijo “To me you’ll be, forever sacred, i’m dying, but i know our love, will live, your hand above, like a dove, over me, remember, to me you’ll be forever sacred” todos nos estremecimos, simplemente era precioso que Bill le cantara esa canción a mi hermana.
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