Capítulo 31: ¡Eres el amor de mi vida!
Aunque suene feo admitirlo, en ese momento sentí un poco de lastima por ella. Me acababa de confesar el peor sufrimiento de su vida.
Al verla con los ojos rojos y humedecidos por las lagrimas, sentí un hueco en el pecho, me acerqué lentamente hacia ella y la abracé lo más fuerte que pude, quería hacerle saber que siempre estaré a su lado.
No se cuantos minutos estuvimos así, nos separamos y nos observamos fijamente a los ojos y nos tomamos de las manos.
Bill: Se que es muy difícil esto para ti, pero no me gusta verte llorar, se me parte el corazón al verte de esta forma –Ella no dijo nada, tan solo bajó su mirada avergonzada y yo la tomé de la barbilla para que me volviera a mirar- Se que te sientes muy avergonzada por lo que me acabas de confesar, pero no debe de ser así, a mí puedes contarme lo que sea, eres el amor de mi vida –Dije con una sonrisa-
Bettina: Bill, eres la mejor persona que he conocido, no me arrepiento de haber aceptado ser tu novia, me he dado cuenta de que tú también eres el amor de mi vida, y te amo demasiado, y de verdad espero que no te alejes de mi por lo que te dije –Dijo acariciando mi mejilla-
Bill: Claro que no me alejare de ti por eso, tu no tuviste la culpa de nada Betti –Me acerque mas a ella, le tomé su rostro, y la besé con ternura, ella respondió a mi beso tiernamente- ¿Estas segura de que quieres seguir contándome la historia? –Le pregunte en cuanto nos separamos, desee que me dijera que si, porque me dejó con muchísimas dudas-
Bettina: Si, te contaré todo lo demás, pero quiero que me prometas de nuevo que no te avergonzarás de mi –Dijo mientras una lágrima escurría por su rostro, yo tan solo asentí con una sonrisa-
Después de que sacaron a todos de la habitación nos quedamos nosotros cuatro solos en la habitación, mi padre me miraba triste, mi abuela con odio y coraje, y mi madre con lástima y pena. Mi madre me comenzó a vestir cariñosamente, mientras mi padre discutía con mi abuela, su suegra, ya que es la mamá de mi madre, discutían cosas que tampoco entendía, no pude entender nada, ya que mis oídos me zumbaban, mi nariz seguía sangrando, solo que menos que antes. Mi madre solo me susurraba al oído “Tranquila, todo estará bien” o “No hagas caso de lo que dice tu abuela” mientras yo tan solo lloraba.
-De acuerdo, si tanto te importa el est*upido honor del empresario “Sheksal” consérvalo, pero también conservaré el honor y la dignidad de mi hija – Dijo mi padre-
Por cierto, mi tío Marlon Sheksal es uno de los empresarios mas importantes de Berlín, ese honrado y apreciable empresario, esa es la imagen que ha dado ante los medios, aunque solo mi familia, tu y yo sabemos lo que en realidad es, un violador. También quiero mencionarte que Sheksal es mi segundo apellido –Me dijo, yo me sorprendí, ya que Bettina nunca me había mencionado cual era su segundo apellido- Después de que mi padre le dijera eso, mi abuela no se iba a dejar insultar, así que le respondió. –Continuó-
-Como te atreves a levantarme la voz! Eres un insolente, ahora mismo tú, y tú –Señaló a mi madre- y sus tres hijos se largan de mi casa, no los quiero volver a ver en mi vida. –Se acercó a mi madre- De hoy en adelante para mí estas muerta, eres una mala madre, por criar a una cualquiera, y no me sorprende, ya que tu también eres una zorra, y por eso saliste embarazada a los diecisiete años –Le gritó mi abuela, mi madre se acercó hacia ella, y con lágrimas en los ojos, y con un orgullo elevado, le dio una bofetada y le dijo-
-De acuerdo, a partir de hoy en adelante te olvidas de la familia Murett, desapareceremos de sus vidas, nos iremos a vivir a otra ciudad, y jamás sabrán nada de nosotros- Le gritó mi madre-
-Sera un honor olvidarnos de ustedes, siempre han sido un estorbo en la familia, tu eres la cualquiera, tu hijo el desobligado, tu hija la zorra y tu marido est*upido. Estorban, no los necesitamos, se pueden largar y desaparecer del mapa cuando quieran, todos ustedes están desheredados y fuera del árbol genealógico –Dijo mi abuela a la defensiva-
Mi madre no dijo nada, tan solo se aparto de ella y me cargó entre sus brazos, y salimos de la habitación junto con mi padre.
Afuera de la recámara estaban la mayoría de mis tíos y primos con ojos y boca abiertos a más no poder.
Sin doblar su postura, mis padres caminaron firmes y con la mirada en alto. Salimos de la casa, y nos subimos todos al auto, incluyendo mis hermanos, y partimos hacia la casa, dispuestos a empacar y mudarnos de ciudad.
Cuando eso pasó, vivíamos en Berlín, y nos mudamos aquí a Hamburg.
Días después, ya que vivíamos en otra ciudad, me llevaron con diferentes psicólogos, ya que desde el día que ocurrió eso me daba miedo y asco que cualquier hombre se me acercara. Los únicos en los que confiaba y no me daban asco ni miedo eran mi hermano y mi padre.
Desde hace diez años que ocurrió aquello, he tenido pesadillas, mas bien son recuerdos, ya que todas las noches sueño con lo mismo, con mi violación, con los golpes que recibí, con el desprecio y rechazo de mi familia.
Cuando cumplí diez años, mi abuela me llamo por teléfono, me dijo “Espero que te la pases bien en tu cumpleaños, aunque no creo, ya que las p*utas como tu solo se la pasan bien en la cama, quiero que sepas que todos los de familia se avergüenzan de ti y les das asco, y todos te deseamos que ojalá tu vida sea fatal de ahora en adelante” Luego me colgó el teléfono, comencé a llorar, sus palabras me habían destrozado el alma, les conté a mis padres lo que me había dicho, éstos le devolvieron la llamada, pero nunca supe que fue lo que hablaron.
Seguí yendo con psicólogos, hasta mis trece años, seguía teniendo las pesadillas, seguía sufriendo, ya que mi abuela me había seguido marcando por teléfono para insultarme.
Mis padres, mi nana y mis hermanos me decían que no le tomara importancia a sus palabras, pero por mas que lo intentara, no podía. Ese mismo año, Kayla comenzó a hacer preguntas, de porque yo lloraba tanto, y porque iba con psicólogos, y aunque era una niña pequeña de diez años, mis padres le explicaron el porque, y ella entendió, y fue un apoyo más en mi vida.
Un mes antes de cumplir 14 años, mis padres murieron en un trágico accidente. Me dolió mucho pensar que jamás los volvería a ver, pero algo en mi alma se tranquilizó, porque pensé que ahora ellos serían los ángeles que cuidarían de mí desde otro lugar, y que ya no sufrirán por mi culpa. Es por eso que no me duele hablar de su muerte, por eso me siento feliz al decir que ellos están cuidándome desde otra parte, feliz de decir que son mis ángeles.
No se si mi familia se enteró de sus muertes, supongo que si, ya que salió en los noticieros y en periódicos, pero jamás se dignaron en llamarnos ni a mis hermanos ni a mí para darnos el pésame.
Dejé de ir al psicólogo a los catorce años, ahora tengo dieciocho, y sigo teniendo los recuerdos todas las noches. Los psicólogos me ayudaron a perder el miedo que le tenia a los hombres, y así fue, ya no les tengo miedo, como siempre les tuve miedo, quiero que sepas Bill, que tu eres mi primer novio. Siempre tuve pretendientes, pero siempre los rechacé, porque no me sentía preparada para tenerlos, y temía que descubrieran que perdí mi virginidad a los ocho años.
Bill: Bett, de verdad no lo puedo creer, no se si te ofendas porque te voy a decir esto, pero de todos modos lo diré, ¡tu abuela es una perra mald*ita! ¡Y tu tío aun mas! –Dije con coraje y Bett sonrió-
Bettina: No me ofende, eso y más se merece que le digas, pero todavía no termino con la historia, aun no te explico porque están los guardias –Dijo con una sonrisa, pero con lágrimas en sus bellos ojos-
Bill: Me sorprende que digas que soy tu primer novio, me refiero a que eres guapísima, hermosa, preciosa, además de que eres muy sexy Bettina, pobres de los que rechazaste, deben de haber sufrido –Dije riendo-
Bettina: ¡Eres un exagerado! –Dijo riéndose- Te amo, siempre sabes como sacarme una sonrisa –Dijo besándome en los labios-
Bill: Yo te amo mas mi pequeña –Dije haciéndole cosquillas-
Bettina: No ¡para ya! Odio las cosquillas –Dijo riéndose-
Bill: De acuerdo –Reí- pero te tengo otra pregunta. ¿Por qué rechazaste a todos tus pretendientes y a mi no? –Pregunte curioso con una sonrisa pícara-
Bettina: porque desde la primera –Pregunte curioso-vez que nos besamos supe que tu eras el indicado, y me enamoré de ti desde ese instante –Dijo besándome de nuevo-
No dije nada, tan solo la besé profundamente por unos segundos, luego nos separamos y ella me abrazo fuertemente posando su cabeza en mí pecho.
Bill: amor no me has contado porque hay tanto guardia –dije curioso-
Bettina: Lo que pasa, es que esta mañana cuando desperté, fui directa a lavarme la cara y a cepillar un poco mi cabello, y cuando salí, el tío Marlon estaba en el balcón Bill –Comenzó a llorar de nuevo- Me dijo que pronto regresaría por mi. Le conté a Jared y no me creyó, hasta que lo convencí. Se que es difícil de creerlo, porque mi tío no debe de tener ni la mas mínima idea de donde vivimos, pero yo se lo que vi Bill, y se que no fue mi imaginación, el estaba ahí –Me abrazó-
Bill: Pues mejor idea no pudo tener Jared, los guaruras vigilarán muy bien, te prometo que ese señor jamás se volverá a acercar a ti Bettina, para estoy yo –Le besé la frente-
Bettina: Gracias por estar aquí conmigo, pero quiero que me digas sinceramente que opinas sobre todo lo que te acabo de decir –Dijo mirándome a los ojos-
Bill: opino que tu tío es un imbé*cil, intenta dar una buena imagen ante la gente, cuando de verdad es un jod*ido violador, no quiero sonar cruel contigo, pero ese est*upido te arruinó la vida, tu no te lo merecías, eras una pequeña niña de ocho años, que ni siquiera sabia lo que era sexo, pero hay algo que no entiendo ¿porque nunca denunciaron a ese tipo?
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