Capítulo
95 – FINAL: La
despedida. (Tercera
parte)
—Bill..
¿Te quedas a desayunar? —Preguntó Jared, intentando aligerar el
ambiente lo más rápido posible.
—De
echo, yo tenía planeado invitar a Bett a desayunar a algún lindo
lugar, pero veo que ustedes ya están comiendo, así que ¡Claro! Me
quedo. —Respondió con una sonrisa. —¿Nuestra madre está aquí?
Salió de casa sin avisarnos. —Preguntó mi novio después de un
rato, mientras se acomodaba en un lugar vacío de la pequeña mesa.
—No,
no ha venido, y eso es algo extraño porque siempre a ésta hora ya
está aquí. —Respondí. —¿A caso ella tampoco sabe que hoy se
van?
—Sí..
si lo sabe, por eso pienso que es extraño que haya salido sin
decirnos a dónde.
Continuamos
debatiendo el tema sobre la posible ubicación de Simone en lo que
Jared preparaba unos waffles para que Bill desayunara.
Mientras
comíamos, él nos contó a mi hermanito y a mí sus planes de
trabajo. Por obvias razones, yo no lograba entender mucho sobre el
tema del mundo del espectáculo, lo único que logré captar fue que
a partir de hoy, lo mejor para Tokio Hotel estaba por comenzar...
Narra
Tom:
—Vamos
Kayla.. abre la puerta... Por favor.
—¿Para
qué? Creo que no tenemos nada de que hablar ¿O si?
—Tal
vez tú no, pero a mí me gustaría verte, no se cuando volveremos a
vernos, y quisiera...
—¡NO
ME IMPORTA! —Me gritó. Lo cierto es que ya la había cansado.
Había estado al rededor de quince minutos del otro lado de la puerta
de su habitación, insistiendo con lo mismo, y ella no cedía, de su
boca solamente salían sus rotundos “NO”.
—Mi
amor, no me hagas esto por favor.
—Está
bien, abriré la puerta únicamente durante cinco minutos, en ese
periodo de tiempo tendrás que decirme todo ¿De acuerdo? —Preguntó
con un tono de voz sumamente cansado.
—De
acuerdo... gracias. —Sonreí triunfante, en lo que observaba como
la perilla de la puerta giraba lentamente. —Gracias. —Repetí en
cuanto la puerta se abrió y pude observar a mi novia. Tenía los
ojos aguados y cansados, en sus ojos había unas notables ojeras, y
su rostro lucía pálido. ¿A caso eso lo había causado yo? Preferí
no mencionar nada sobre ello, en mis planes no estaba una pelea más
con Kayla, y menos sobre su apariencia.
—Explicame
que quieres Tom, estoy cansada de lo mismo. Tú siempre pidiéndome
perdón, yo haciendo corajes, llorando.. Solamente dime que es lo que
quieres ahora.
—Quiero
que me digas porque te estás comportando así conmigo.
—Ya
te lo he dicho mil veces..
—Pues
no logro entenderlo, quiero que me lo digas de nuevo. —Repliqué.
—No
lo haré... —Observó su reloj que traía en la muñeca... —Te
quedan tres minutos. —Sentenció.
—Eres
alguien muy especial para mí, y me duele tu actitud distante. Sólo
quiero que me digas... —Suspiré, un nudo en mi garganta comenzaba
a formarse. —¿Aún me amas?
—Te
quiero mucho Tom.. pero..... —Me perdí en lo que dijo después..
¿Acaso había dicho “Quiero”? Preferí no mencionar nada...
—.....apoyo..
—¿Qué?
—Pregunté, me había perdido en mis pensamientos que no hice caso
a lo que ella acababa de decirme.
—Que
me duele que te vayas y me dejes sola. Necesito que me des tu apoyo
con los bebés.
—Mi
apoyo siempre lo has tenido, lo tienes y lo tendrás, no hace falta
que me lo digas.
—Pero
a ti lo que te importa es estar conmigo Tom; lo que yo quiero es lo
que menos importa. Lo importante es lo que Layla y Freddy necesitan,
acaban de nacer, están muy pequeños aún y necesitan sentir el
cariño de su padre cerca, y tú solamente te preocupas por mí..
necesito que lo entiendas.. ¡YO NO IMPORTO! Los únicos que importan
son ellos...
Kayla
no se había dado cuenta, o eso me parecía, pero sus ojos ya habían
estallado en lágrimas y la voz se le entrecortaba por lo mismo.
Antes
de que terminara de hablar, la jalé de la cintura, hasta que su
cuerpo quedó pegado al mío; y sin pensármelo dos veces, la besé..
profundamente.
—Sé
perfectamente que ellos deberían ser lo primordial en mi vida, pero
no es así. Tú eres mi primer amor Kayla, y ellos son el segundo. Lo
primordial en mi vida eres tú, eres la única persona de la que me
he enamorado de verdad, y sé que si tú estás conmigo, podré tener
a mis tres amores juntos.. —Y la volví a besar. Ella se había
quedado en completo shock y no me respondió el beso muy bien. No
profundizamos mucho, y enseguida nos separamos. La abracé lo más
fuerte que pude, como si mi vida dependiera de aquel cálido abrazo.
—A demás, si no te tuviera a ti, jamás los habría tenido a
ellos, así que por favor no te alejes de mí, porque si tú te
alejas, estarías alejando a mis tres amores, y eso es lo que menos
quiero. —Una lágrima se deslizó lentamente por mi mejilla... Me
separé un poco de ella, para poder cruzar miradas. Ambos estábamos
llorando, yo no sabía exactamente porque, quizás había sido un
conjunto de sentimientos encontrados...
—Tú
también Tom.. eres mi primer amor. —Mentira, ella misma me había
confesado que Paolo había sido su primer amor, pero decidí no
replicar nada para no romper lo preciosa que se estaba tornando la
situación. —Desde que tenía once años he estado enamorada de Tom
Kaulitz.. —Retirando lo dicho, su primer amor siempre he sido yo,
aunque antes era un platónico.. —Y te juro aquí y ahora, que no
nos alejaremos de ti nunca, ni mis bebés, ni yo.. —Me abrazó de
nuevo, y yo sonreí.
—Nuestros
bebés.. —Repliqué sonriente, lo cierto es que lo que acababa de
oír me había dado un alivio profundo.
—Exacto..
NUESTROS.. —Depositó un ligero beso en mi mejilla, sin romper el
tierno abrazo. —Y por si ya se te había olvidado, te recuerdo que
tú y yo estamos comprometidos.. así que no podemos distanciarnos..
—Se rió, y yo también.
Narra
Bill:
—Jamás
pensé tener un cuñado mundialmente famoso.. y para mi sorpresa
¡Ahora tengo dos!.. —Exclamó Jared, y yo me reí. Su cara se
había convertido en todo un poema después de que le contara todo lo
que Tokio Hotel estaba a punto de hacer.
—Y
gran parte de esa fama mundial que tenemos, es gracias a Bettina...
—Mencioné, observando a mi novia.
—¿A
mí? ¡Yo no tengo nada que ver! El éxito obtenido es únicamente
crédito de ustedes. —Replicó ella, y yo, me reí.
—Bettina
claro que no, gran parte es por ti. Tokio Hotel aumentó demasiado su
fama cuando hicimos el concierto de sangre.
—¿¡Que!?
—Preguntó ella, totalmente sorprendida ante lo oído.
—Cuando
tú estabas en coma necesitabas sangre y era muy difícil de
conseguir, así que hicimos un concierto gratis, y allí la gente
podía pasar a donar sangre. Conseguimos sangre de todos los tipos,
menos del tuyo, así que toda esa sangre obtenida la enviamos a
diferentes países.. La historia es un poco larga para contar..
—Sonreí, recordando la bella acción que habíamos hecho.
—Vaya..
no sabía eso Bill.. ¿Porque no me lo habías dicho antes? Lo único
que sabía era que ustedes habían hecho una conferencia de prensa y
a ti te había dado un paro cardíaco..
—No..
créeme.. hicimos de todo por conseguirte la sangre que necesitabas..
pero nada funcionó, lo único que pudimos hacer fue pedirle a
Marlon..
—Y
pensar que ahora tengo su sangre dentro de mí... —Murmuró Bett,
observando sus antebrazos sin poder creer aún lo que acababa de
decirle. —¿Dónde está Marlon ahora? Hace más de un mes que no
se ha aparecido..
—Jared...
—Observé al hermano de mi novia, quien inmediatamente se había
puesto nervioso y se mordía el labio. Me miró, y soltó un gran
suspiro. Era hora de confesar la verdad. —Habla...
—Que
ocurre.. —Bettina observó a su hermano con una mirada que no supe
clasificar, era entre suplicante y desesperada, y a la vez asustada..
—Bill,
yo no pensaba decirle nada.. —Me dijo, lanzándome una mirada
asesina. Definitivamente acababa de meter la pata.
—¿¡Que
me ocultas Jared!? —Gritó Bettina, mientras azotaba
inconscientemente sus manos contra la mesa, causando un sonido un
tanto estruendoso. Jared comenzó a ponerse más nervioso, si es que
eso era posible.
—Bettina
ese imbécil te besó a la fuerza cuando estabas internada en el
hospital, yo no iba a permitir que todo se quedara así, y me vi
obligado a ajustar cuentas con él... —Musitó mi cuñado, que al
recordar lo ocurrido comenzó a enojarse.
—¡Que
hiciste! —Gritó Bettina. Ella estaba comenzando a horrorizarse de
sólo imaginarlo. La abracé suavemente, recargando mi cabeza en su
hombro, indicándole que nada malo había pasado.
—Bill
me prestó a sus guardaespaldas, y los contraté para que le dieran
una paliza que jamás podrá olvidar. Todo fue tan brutal que terminó
en el hospital. Al final cuando lo dejamos completamente tirado, me
acerqué hacia él y le advertí muy claro todo, que no quería que
volviera a aparecer si no lo estrangularía yo mismo con mis propias
manos.... —Dijo mi cuñado, apretando los puños, y sonriendo con
malicia al recordar lo pasado.
—Tú..
tú.. Ja.. Jared.. tú.. ¿Tú también lo golpeaste?... —Titubeó
mi novia. —Tú también participaste o sólo fueron esos hombres...
—Yo
también.. —Sentenció.
—No
lo puedo creer... —Murmuró, y sin tiempo para que me diera cuenta,
sentí la palma de su mano azotar contra mi mejilla. Me dio una
bofetada, no muy fuerte, pero lo suficiente para conseguir que mi
cabeza se girara brutalmente hacia el lado contrario y me
desorientara por la sorpresa. —¡Es tu culpa Bill! —Me gritó.
—¿¡Porque!?
—Pregunté sorprendido, acariciándome la mejilla para calmar el
picor.
—Tú
le prestaste esos hombres a Jared... Mi hermano pudo haber terminado
muy mal por tu culpa...
—Bettina
no.. todo fue mi idea, no culpes a Bill. —Me defendió mi cuñado.
Y yo, tan confundido que no sabía si lo que decía Bettina era
razonable o no.
—Lo
siento Bill, pero el sólo pensar que algo le pudo haber pasado a mi
hermanito... —Las lágrimas comenzaron a brotar de los ojos de mi
novia, y ella inconscientemente colocó ambas manos en su rostro. No
sabía porque lloraba, pero presentí que era por miedo, o
nerviosismo. Me acerqué más hacia ella y la abracé fuertemente.
—...¿Donde está Marlon ahora..?
—No
lo sabemos. —Musitó Jared. —Desde aquel día, lo último que
supimos fue que estuvo tres días en el hospital, y desde entonces no
ha aparecido, y dudo que lo haga..
—Eres
tonto Jared, ahora tengo más miedo del que tenía antes, ese hombre
va a buscar venganza.. —Y mi novia se soltó a llorar más contra
mi hombro. Mordí mi labio inferior, no sabía que hacer para
tranquilizarla, para mí era imposible de imaginar la fobia que
Bettina le tenía a su violador... Yo solamente la abracé más
fuerte..
—Hola..
—Escuchamos dos voces al unísono saludar desde la puerta. Nos
sorprendimos al darnos cuenta de que eran Tom y Kayla tomados de la
mano, y mi cuñadita posaba su cabeza con ternura en el ancho brazo
de mi hermano.
—¿Que
tienes Bett? —Preguntó Kayla, transformando su rostro de feliz a
preocupado en cuestión de segundos.
Y
antes de que pudiéramos darnos cuenta, Kayla ya nos había sacado de
la cocina a Jared, Tom y a mí, para poder tranquilizar a su asustada
hermana mayor.
—Bill..
—Me llamó mi hermano, sentado desde el sofá, yo me encontraba
caminando en círculos por toda la sala, mientras que Jared y Tom
estaban sentados en el mismo sofá.
—¿Que..?
—Pregunté, deteniéndome, observando curiosamente a mi gemelo,
instándolo a continuar.
—Debemos
irnos al aeropuerto en una hora..
Y
ahí fue cuando el mundo se me vino encima.. ¿Ahora? ¿Tan pronto?
Había llegado el momento de decir.. Adiós...
PD: este no es el ''final'' por completo.. aún falta que ponga el Epílogo para dar por terminado vale? ya lo tengo escrito, así que lo subiré en un par de días ;) espero que les guste..!! :)
[Con el epílogo viene una gran sorpresa!!]
Atte: JennRo