La
historia básicamente se quedó en que Bett estaba mejorando con su forma de
caminar, Tokio hotel se iba a ir de gira recientemente, Kayla cuidaba de los
bebés y su relación con Tom iba bien, sin embargo tenía cierto coqueteo con
Serch...
En
el último capítulo, Bill estaba ebrio y
Tom y Kayla se "divertían" en el camerino. Tiempo después Marlon
localiza a Bill durante la gira, y le dice que quiere hablar con Bettina, y
Bill siente un impulso por golpearlo. Afortunadamente Tom lo detiene y le dice
a Marlon que cualquier cosa que quiera decirle a Bett necesita hacerlo por
escrito. Marlon se retira y no vuelven a saber de él durante un largo tiempo.
Llega
el día del cumpleaños de los gemelos, y ellos se toman un descanso de su gira
para estar un momento con la familia. Dentro de esa fiesta, Kayla tiene una
pequeña discusión con Tom debido a que él le dice a ella que es una madre
desobligada y no cuida bien de los bebés. Ella sale furiosa hacia el jardín y
Tom la deja ir sola para que se tranquilice, sin embargo Serch va detrás de
ella en cuanto Tom se distrae. Kayla lloraba y se cuestionaba si en verdad
estaba haciendo algo mal con sus hijos. Serch la abraza, y Kayla en un impulso
lo besa. Vinz (la novia de Jared, el hermano de Bettina y Kayla) observa toda
la escena. Serch se aleja ya que sabe que ella está con Tom, a demás, él por
fin acepta que está enamorado de Bettina.
Al
día siguiente, Tokio hotel vuelve a la gira, y las cosas con Kayla y Tom no se
arreglaron. Pasan los días, y todo entre ellos sigue igual, Tom la llama, y
ella se niega a responder. Sin embargo, Serch y Kayla cada vez están más
enrollados, llegando al punto de incluso mantener relaciones sexuales. Serch se
conforma con Kayla ya que sabe que Bettina ama a Bill y no tiene oportunidad
con ella. A demás, Kayla tiene un gran parecido con su hermana, por lo tanto,
sólo le basta con imaginar.
Dos
meses después, Jared los sorprende en la
cama, haciéndolo frente a los bebés (Freddy y Layla). Tal es su enojo que echa
a Serch de la casa y le grita a Kayla cosas horribles, amenazándola con
contarle todo a Tom, sin embargo ella insiste en que mantenga la boca cerrada,
ya que no sólo le afectaría a ella, sino a Bettina (ya que tendría que cambiar
de terapeuta), y a los bebés que crecerían sin un padre.
Jared
le cuenta a Vinz lo sucedido, y ella le cuenta lo del otro día. Ambos deciden
en no decirle nada a Bett ya que podría decirle a Bill, y Bill a Tom.
Más
meses después, llega el día de la boda de Jared y Vinz. Y sorprendentemente
tres miembros de la familia han aprendido a caminar: Freddy, Layla, y Bettina.
Ésta última después de meses y meses de terapia, al fin ha logrado caminar por
sí sola. Sin embargo, Bill no sabe nada, y al verla caminar hacia él lo ha
hecho llorar y llorar de emoción.
Durante
esos meses, Tom consiguió hablar con Kayla e intentar ambos llevarse bien, pero,
él cree ya no estar enamorado de ella. La boda transcurre hermosamente, y Tom y Kayla
parecen llevarse bastante bien.
Bettina
ha invitado a Serch a la boda, y él no puede evitar sentirse mal a ver a las
dos chicas de su vida estar felices con sus famosos novios, mientras él está
solo.
Esa
noche, Vinz y Jared se van de luna de miel a Australia. Bill y Bettina se
quedan en casa a pasar un buen rato de diversión en pareja. Tom se ofrece a
llevar a Serch a su casa, y éste acepta sin poder negarse. En cuanto Serch se
fue, Tom bromea diciendo “Este tipo
estuvo bastante serio hoy, tal vez porque estuvo solo en la fiesta, no sé de
qué se queja, si seguro ha tenido más sexo que yo en los últimos meses.”
Kayla tan sólo ríe.
Esa
noche, Tom y Kayla recuperan el tiempo perdido, al igual que Bill y Bett,
deciden tener un poco de diversión en pareja.
Tiempo
después, Tokio hotel regresa a la gira de nuevo, y finalmente un mes después
ésta ha terminado. La banda se encuentra satisfecha, todos dispuestos a
mantener sus vidas privadas lejos de los medios durante un largo tiempo.
Algo
terriblemente malo/bueno le ha sucedido a Kayla… un nuevo bebé comienza a
crecer dentro de su vientre desde hace tres meses. Sus cuentas le indican que
es de Serch, sin embargo, cree que resultará fácil engañar a Tom.
Jared
ha vuelto de su luna de miel, y no se encuentra feliz del todo, él y Vinz
sospechan que el bebé no pertenece a Kaulitz. Nadie en la familia parece estar
del todo alegre con la noticia, incluyendo a Tom y Bill. Resulta bastante
exótico que Kayla con tan sólo 17 años vaya a ser madre de un tercer bebé. Y
Bill está enterado de que Tom ya no quiere a Kayla como antes.
Cada
vez que Kayla tiene oportunidad, la aprovecha en encontrarse con Serch, él ha
descubierto que ella está embarazada gracias Bettina (que continúa tomando
terapias ya que aún no está del todo repuesta) que ella se lo ha informado. Sin
embargo, Kayla le insiste en que el hijo es de Tom, aunque él sigue sospechando.
Aún así, ambos continúan juntos.
Más
y más tiempo después… Tom y Kayla no están bien de nuevo…
—Insisto,
eres demasiado joven para ser madre, no has madurado para nada.
—Eso
no te importa, los niños ya están, y si ellos se encuentran bien, es gracias a
mí.
—
¿A ti? Te recuerdo que tienen un padre aquí que jamás los ha dejado solos.
—
¿A no? La mitad de sus vidas la han vivido sin la presencia de su padre, sólo
porque al guitarrista se le ocurrió irse de gira justo cuando ellos acababan de
nacer.
—Desde
un principio tú lo sabías, éste es mi trabajo.
—Yo
no quería embarazarme… si hubiera sabido qué clase de padre ibas a ser, jamás
hubiera pensado siquiera en aceptar acostarme contigo.
—Ahora
soy mal padre ¿no?
—Siempre
lo has sido Tom.
—Ya
Kayla. Tranquilízate. Viene un tercer bebé en camino, y es inútil esta
conversación ahora. —Tom intenta calmar el ambiente, sin embargo Kayla pierde
los estribos y suelta un grito estruendoso que hace que Freddy y Layla
presentes en la habitación comiencen a llorar. — ¡Asustas a los niños, joder!
—
¡Vete a la mierda Serch! —Grita Kayla sin pensar. Al notar los ojos abiertos de
confusión de Tom, Kayla comienza a llorar de impotencia. —Tom… Tom lo siento.
—
¿¡Por qué me has llamado Serch!? —Grita Tom, aguantando el nudo en su garganta.
—Confusión
nada más. —Responde ella nerviosa.
—
¿Estás segura que el tercer bebé es mío? —Pregunta Tom frustrado, Freddy y
Layla no paran de llorar.
—Tiene
que ser tuyo Tom. Déjame sola.
Tom
da media vuelta, y se va de la casa inmediatamente.
Kayla
se suelta al piso a llorar, cree y sabe que no podrá más con el engaño.
Bettina
ha escuchado todo, y entra minutos después. Mientras abraza a una desconsolada
adolescente embarazada.
—Kayla,
¿el bebé es de Tom? —Pregunta Bettina cariñosamente. Kayla niega con la cabeza.
—Tengo
miedo Bett. Todos creen que tengo seis meses de embarazo, en realidad tengo
siete. —Bettina suspira.
—
¿Es de Serch? —Kayla no responde. —Dime la verdad, tenemos que solucionar esto.
—No
le digas a Bill por favor.
—
¿¡El padre es Serch, Kayla!? —Pregunta Bettina alzando la voz. Kayla llora aún
más. Freddy y Layla al fin han dejado de llorar. — ¿¡Como demonios es que no me
di cuenta antes!?
—Estaba
harta de las peleas con Tom. Estaba completamente harta de su ausencia y que él
me echara en cara que soy mala madre. No fue a propósito, tan sólo se presentó
la oportunidad, y la tomé.
—
¿Cuál oportunidad? ¿Embarazarte de nuevo? —Pregunta Bettina enojada.
—No.
Sentir una pequeña venganza hacia Tom, pero se me salió de las manos.
—Me
das asco Kayla. —Kayla suelta una risita tonta al escuchar las palabras de
desprecio de su hermana.
—Eso
mismo me dijo Jared cuando me encontró en la cama con él.
—
¿¡Jared lo sabía!? —Kayla ríe de nuevo. —Cínica de mierda…
—
Así se quedarán las cosas Bettina. —Afirma Kayla en tono amenazante.
—No.
Tom merece saber la verdad. —Kayla niega con la cabeza. —O se lo dices tú, o se
lo digo yo.
Bettina
abandona la habitación, llevándose con ella a los bebés.
Tom
vuelve a casa bastante noche y un poco pasado de copas. Entra en la habitación
de Kayla y se recuesta detrás de ella, besándole el pelo. Ella se despierta
asustada.
—Hueles
a alcohol.
—Perdóname
por dudar de ti. Ambos estábamos bastante exasperados.
—Tom
aléjate.
—Nuestra
niña será preciosa, igual que tú. —Dice Tom justo antes de quedarse dormido.
Una semana antes de la discusión, el médico había confirmado el sexo del bebé.
Una hermosa niña.
Al
día siguiente, Bettina le reclama a Jared en su despacho el que él le haya
ocultado las cosas. A lo que él responde que no sabía con seguridad que el bebé
no es de Tom. Bettina llama a Serch, y cuando éste va a verla a casa…
—
¡Eres un asco horrible de persona! —Le grita, empujándolo. —Me das asco, te
abrí las puertas de mi casa, te di la confianza, mi amistad, te permití
ayudarme con las terapias a pesar de tu poca experiencia… ¿Cómo pudiste abusar
de la confianza y embarazar a mi hermana? ¿A demás aceptar que ella le mintiera
a Tom?
—
¿¡Que!? —Exclama él. —Ella me aseguró que el hijo es de Tom.
—Ella
está segura de lo contrario.
—Yo
no lo sabía Bettina, no me odies. —Serch se encuentra sorprendido y asustado a
más no poder.
—Claro.
¿Y cómo explicas el hecho de haberte acostado con ella? Es una menor de edad, puedo
demandarte si quiero.
—No
creo que quieras saber la razón, vas a odiarme más.
—Sí,
quiero saberla efectivamente.
—No
Bett…
—
¡Dímelo! —Bettina grita, desesperada.
—
¡Fue por ti! —Bettina abre los ojos como platos.
—
Estás idiota.
—Desde que te conocí me enamoré de ti. Pero tú
siempre demostraste tu amor y fidelidad por Bill, y por eso no me acerqué a ti
nunca. En cambio tu hermana… ella desde que llegué coqueteaba mucho conmigo,
Tom y ella nunca se mostraron tanto amor como Bill y tú. Y un día ella me besó,
y no hubo marcha atrás. —Serch tiene los ojos repletos de sinceridad. Bettina
sólo siente un apretón en el pecho.
—Creo
que no debiste decir eso. —Dice Bettina aguantando las ganas de golpearlo.
—Ahora que sabes que la bebé es tuya, por favor, díganselo a Tom. Él merece
saber la verdad. —Bettina en el fondo se siente más culpable de lo que debería.
—Estoy
dispuesto a aceptar la realidad. El problema es que Kayla quiere estar con Tom,
ella quiere que él críe al bebé.
—
¡El que importa ahora es Tom! Él tiene que saber todo. Da igual lo que Kayla
quiera, Tom merece saber, y tú mereces estar con tu bebé. ¡Hazlo por ti si es
que no te importan los demás!
—Estoy
dispuesto a hablar con Tom, siempre y cuando Kayla esté presente. —suspira. —Considero
que todos deben estar presentes, Jared como tutor de tu hermana, y Bill como
hermano de Tom. —Serch demuestra su valentía.
—Está
bien. —Acepta Bettina. —Tienes todo el derecho de poner condiciones.
—Es
mi hijo… o hija, no sabía que era niña. —Dice Serch con voz bastante triste. —En
fin, discúlpame por haber confesado lo que siento por ti. Sé que es bastante
abusivo estar enamorado de ti y tener una bebé en camino con tu hermana. Pero
no puedo controlar mis sentimientos, y eso debes de entender.
—Serch…
—Protesta Bettina.
—Me
voy Bett, mañana vendré en la noche para hablar con todos ustedes.
Serch
da media vuelta, y bastante cabizbajo, sale de la casa. Bettina se siente mal
consigo misma, y con Serch también. En algún punto, parece ser que la causante
de todo es ella, aunque efectivamente no es así.
Tom
y Kayla, se encuentran en la cama “disfrutando del momento”. A pesar de la
confusión de Tom con sus sentimientos, cree tener el deber de estar con su
mujer.
En
cambio, Kayla definitivamente ya no siente nada por él, pero ella misma intenta
convencerse de lo contrario, ya que no quiere hacerle daño a Tom, la personita
que la ha hecho bastante feliz.
Bettina
habla con Jared, y ambos están de acuerdo en lo acordado con Serch. Bett se
debate entre contarle todo a Bill o no, y finalmente decide hacerlo para que
Bill no tome la noticia como balde de agua fría al igual que Tom.
Esa
noche, Bill se encuentra con Bettina en el jardín, ambos acostados observando
las estrellas, y conversando románticamente. Bett se incorpora, y Bill la
imita, consternado.
—
¿Pasa algo? Estás un poco rara. —Bill se acerca más a Bettina, abrazándola y
besándola tiernamente. —Dime.
—Me
siento bastante mal Bill. —Ella lo abraza fuerte, aguantando las ganas de
llorar. —Estoy… —suspira. —Estoy tratando de reparar los errores de Kayla y
hacer las cosas bien. Pero va a haber gente lastimada. Y me siento
implicitamemente culpable por todo.
—Princesa,
tú no eres culpable de nada.
—Es
que no sabes de que hablo. —Bettina se separa de él, y lo mira a los ojos. —Mañana
en la noche vendrá Serch a hablar con Tom, y quiere que estemos todos. Kayla no
sabe de esto, pero ella también estará.
—
¿Serch? ¿Él que tiene que ver con Tom? ¿Y por qué razón no lo sabe Kayla? —Bill
mira confundido a su novia. Ella sólo niega con la cabeza y suspira.
—Bill,
de verdad, promete que no le dirás a Tom, él tampoco sabe que Serch hablará con
él, sólo quiero que te asegures que él esté aquí en la noche.
—Bettina
empieza por decirme de qué demonios estás hablando. —Un impaciente Bill
comienza a tener curiosidad excesiva, y miedo.
—Lo
que pasa es que mi hermana está embarazada de Serch. Tom no es el padre. Kayla
nos ha mentido a todos. Eso es lo que pasa Bill. —Suelta Bettina de golpe. Bill
abre los ojos a más no poder.
—
¿¡QUE!? —Grita. —No juegues con eso, eso no puede ser verdad.
—Yo
quisiera que fuera mentira, pero es cierto.
—
¿Desde cuándo lo sabes? ¿Cómo es posible que la guarra de tu hermana…? Tom…
Dios mío… —Bill se ha puesto de pie, y con las manos en el cabello, comienza a
caminar de un lado a otro. Bettina con dificultad aún, también se ha puesto de
pie. —No puedo creerlo, en verdad que no.
—Bill…
—
¿¡Desde cuando esa puta engaña a mi hermano!? —Grita Bill. —En todo el tiempo
que estuvimos de gira Tom jamás se atrevió a tocar otra mujer, en cambio ella
le abría las piernas a otro.
—Bill
por favor no la insultes así. Es una inmadura, y sé que te duele lo que le está
haciendo a Tom, ella sólo se equivocó gravemente.
—Pero
no es justo Bett. —Bill tiene lágrimas en los ojos, Bettina lo abraza. —Es mi
hermano, lo amo con mi vida, y me duele mucho.
—A
mí también me duele, pero ya está hecho.
—
¿Desde cuándo se mete con Serch? —Repite Bill su pregunta anteriormente no
respondida.
—Eso
no lo sé. Haremos que Kayla lo confiese mañana.
—Bettina.
—Bill la mira fijamente a los ojos. —Él jamás intento acercarse a ti, ¿cierto? —Bett
traga saliva. ¿Por qué te sientes culpable?
—No…
no Bill. Pero…
—
¿Pero… qué? El sólo saber que era tu terapeuta y te tocaba las piernas a cada
rato me incomodaba. —Bill suelta una risa tonta. —Pero confié en él. Dime por
favor.
—Ayer
hablé con Kayla, escuché una discusión que tuvo con Tom y ella lo llamó
“Serch”, por lo que Tom se fue furioso y yo sospeché. Cuando hablé con ella me
confesó que tiene siete meses de embarazo, y a todos nos dijo que tenía seis
para poder engañar a Tom. Ella me advirtió que no te dijera nada, pero tenía
que hacerlo. Hablé después con Jared, y con Serch, él no sabía que la bebé es
de él, por lo que accedió a hablar cara a cara con Tom mañana. —Bettina
suspira. —Ese es el resumen. Y la razón por la que me siento culpable, es
porque Serch me confesó que está enamorado de mí.
—Ya
se me hacía raro. —Responde Bill sarcásticamente.
—Prácticamente
me dijo que se involucró con Kayla porque yo nunca le iba a hacer caso, y ella
era lo más parecido a mí que tenía al alcance.
—Qué
asco de tipo.
—Lo
sé.
En
otra parte de la casa, Kayla se encuentra en su habitación, viendo televisión
sobre la cama con cada uno de sus hijos a los costados. Acariciaba el cabello
semi-largo de su pequeña Layla, y sobaba la pancita de Freddy. Tom dormía una
siesta junto a ellos.
—Los
amo mucho pequeños. —susurra.
—También
mami. —Responde la pequeña con una sonrisa. Una lágrima resbala por el rostro
de su madre.
Un
par de horas después, los mellizos están plenamente dormidos, y Tom ha decidido
irse a dormir a casa de su madre para pasar un momento con ella.
Cuando
Kayla está a punto de acostarse a dormir, alguien llama a su puerta.
—Pasa.
—Dice, sin pensar de quien podría tratarse. Una figura alta y delgada se hace
presente en la habitación. — ¿Tú?
—
¿Te sorprendes de verme aquí? —Dice despectivamente. — ¿O a caso estabas
esperando a tu amante para aprovechar que mi hermano se fue con mamá?
—Precisamente
le advertí a Bettina que no te dijera nada para evitarme esta conversación. —Kayla
comienza a enojarse, Bill cierra la puerta detrás de él.
—Se
lo advertiste para que Tom no se enterara y nadie descubriera tus mentiras.
Pero afortunadamente Bettina no es una mierda como tú y hace lo correcto.
—Vete
de aquí Bill.
—No
puedo irme sin hacerte saber el asco que me das. —Bill se acerca a ella.
—Vas
a despertar a los niños, aléjate.
—Me
das vergüenza. Me horroriza el hecho de que mi hermano alguna vez te haya amado
de verdad. Tom se ha metido con prostitutas que dan menos asco y repulsión que tú.
—Kayla sólo lo observa, incapaz de creer que Bill sea capaz de decir cosas tan
hirientes. —Me hace querer vomitar el saber que mi novia tiene una puta por
hermana. Eres incapaz de amar Kayla Murett, sólo sirves para arruinar las
cosas, no eres ni buena madre, ni buena amiga, ni buena hermana, ni mucho menos
buena novia... —No puede haber más desprecio en las palabras de Bill. Lágrimas luchan
por salir de los ojos de Kayla.
—
¡Cállate! —Grita Kayla, intentando tolerar los agujeros que las palabras de Bill
penetran en su corazón.
—Seguramente
tus padres desde el cielo se avergüenzan de haber dejado un demonio por hija. —Kayla
comienza a llorar, y le suelta una fuerte bofetada a Bill en el rostro. Tal vez
Bill está exagerando, pero el dolor que siente por su hermano le ha nublado el
cerebro y el autocontrol. Y necesita desahogarse.
—
¡No te metas en lo que no te importa! No te voy a permitir que me hables así
¡estúpido! —Grita de nuevo comenzando a darle golpes a Bill en el pecho,
olvidando que sus hijos se encuentran dormidos a su lado.
—Aunque
me pegues, me grites o llores, jamás dejarás de ser una ordinaria. Ojalá tu
inocente bebé no se parezca en nada a ti. Puta de mierda. —Bill la sostiene de
las muñecas, y deja caer sus brazos. Se da media vuelta, y sale de la
habitación. Él mismo está sorprendido de no haber sentido compasión.
Kayla
se deja caer en el suelo, y comienza a llorar desconsoladamente, preguntándose
si en verdad Bill tendrá razón.
—Mamá,
papá, perdón por decepcionarlos. —Susurra. —Pero en verdad no sé qué hacer. No
quiero ser un asco, no para mi familia. No quiero lastimar a Tom, ni a mis
hermanos.
Kayla
llora a más no poder hasta quedarse dormida, allí, en el suelo frío.
Despues de tanto tiempo por fin hay un capitulo final de tu fic y termina así!!!!! que lastimaaa, no me ha gustado el final, prefiero esos finales felices de las películas románticas que voy a hacer, igualmente gracias por subir un capi final, ya pensaba que no tenía fin esta novela!!!!
ResponderEliminarUn besito :)
Al fin puedo leer!!! Sé que al principio estuve enojada con Bettina(por celos ja) pero LO DE KAYLA SE PASOOO DE LA RAYAAA!!! ¬¬ Y pensar que le tuve lástima cuando Tom no queria afrontar el embarazo de los mellis QUE TONTA FUI!!! Todo lo que le dijo Bill me gustooo!!! y betty todavía la defiende... NOOO!!! y ahora qué pasaraaaa cunado Tom sepa el engaño??? D: esperooo la conti!!! Besitos y gracias!!! ♥
ResponderEliminar