Capítulo
67: Sangre
Narra
Kayla:
¡Todo
con Tom iba de maravilla! Nos cuidaba demasiado, no me dejaba salir
para nada de casa, solo salia conmigo a caminar un poco al enorme
jardín de mi casa.
Sin
duda era el padre que siempre había soñado que mis hijos tuvieran,
cariñoso, amable, lindo, guapo, ¡Pfff! El hombre ideal.
Era
tan gracioso cuando hablaba con mi pancita, le decía a Freddy cosas
como “Cuando crezcas, te regalaré una caja de 500 condones, oh
Layla, tu no has escuchado eso” y en seguida se echaba a reír
mientras yo le daba golpes en el brazo y me reía también.
A
mi niña le decía “Serás guapísima, ojalá te parezcas a
Angelina Jolie” si, lo hacía solo para molestarme, y se reía de
la cara que yo ponía.
Otra
cosa que pasó fue que ¡Por fin Tom me creyó que mis bebés bailan!
Ya que el siempre decía: “Es imposible que unos bebés que aún no
nacen sepan lo que es bailar” una vez el comenzó a tocar la
guitarra y el mismo sintió sus movimientos y comenzó a reírse
nerviosamente de una manera un tanto linda.
Era
tan divertido pasar tiempo con Tom, sus tontas bromas me hacían
sentir feliz y a mis hijos igual, a demás de que en sus ojos se
podía ver el brillo especial de un hombre esperando la llegada de
sus hijos. Aunque es una lástima que no pudiéramos pasar tanto
tiempo juntos, ya que Bill estaba extremadamente devastado, no comía,
no dormía, tan solo lloraba y se deprimía, y Tom tenía que ir a
visitarlo constantemente para obligarlo a que dejara de llorar por mi
hermana y comiera, ya que no queríamos que se le volviera a parar el
corazón de nuevo.
Estos
días habían sido muy depresivos, el que Bettina despertara me hacía
sentir muy feliz, pero es horrible no poder ir a visitarla al
hospital.
La
razón principal de mi depresión es que odio verme al espejo, siento
que parezco un hipopótamo, y que al lucir así Tom dejará de
fijarse en mi, pero el siempre me repite que ama como me veo, que me
veo “uncia” según él, aunque yo lo conozco, y se que se
aburrirá de mi rápidamente.
Por
la mañana me levanté tarde, dispuesta a convencer a Tom para que me
llevara al hospital a ver a mi hermanita, el se había ido a dormir a
casa, y esta mañana vendría a verme.
Me
encontraba en mi casa, yo sola, ya que mi nana Flor había ido a
comprar algo para preparar el desayuno, casi nunca me quedaba sola
por completo, solo cuando mi nana tenia que salir y Tom o Jared o
Vinz no estaban conmigo.
Con
mucho cuidado, me levanté de mi cama y me senté en la orilla de
ésta, observé mi habitación, y no pude evitar sorprenderme un poco
y que la nostalgia llegara a mi.
Hace
ocho meses, parecía la habitación de una dulce adolescente, y ahora
todo se veía tan extraño, jamas pensé llegar a ver mi habitación
así tan pronto, con cunas para bebé, ropa, juguetes, accesorios y
demás cosas, cuando antes solo tenía armarios llenos de vestidos.
Toqué
mi vientre y dije “Buenos días twins” y una lágrima resbaló
por mi mejilla, limpié ésta y sonreí animadamente, caminé hasta
mi armario y cogí la ropa que me pondría este día, preparé todo
para entrar a la ducha y así lo hice.
Me
desvestí lentamente y me observé de nuevo en el espejo, ¡Soy una
masoquista! Me veo en el espejo para bajarme la autoestima, pero en
seguida me la subo pensando en que es por algo que vale mucho la
pena.
Abrí
el grifo, dejando que las frías gotas de agua cayeran sin cesar,
mientras lentamente se convertían en dulces gotas tibias.
Cepillé
mis dientes en lo que el agua se calentaba por completo, una extraña
costumbre mía que he tenido de siempre es esta, cepillarme los
dientes mientras el agua se calienta, y cepillarlos de nuevo en lo
que el jabón resbala de mi cabello.
Entré
a la ducha, el agua estaba perfecta, cogí la botella de shampoo y
coloqué un poco en mi cabello, cerré los ojos para que no me
entrara jabón. No se cuanto tiempo estuve así, hasta que sentí que
algo muy fuerte me dolía en mi vientre, probablemente Freddy de
nuevo me estaba petando, varias veces he ido con el ginecólogo y me
dice que el que usualmente me golpea mas es mi hijo varón.
Di
varios pasos hacia atrás, hasta recargarme por completo en la pared,
suspiré para tratar de controlar el dolor, pero no se podía,
simplemente me dolía demasiado.
De
una manera fugaz quite todo el jabón de mi cabello, lavé mi cara
con un poco de agua y observé mi vientre, estaba un poco hinchado,
bueno, más de lo normal, suspiré de nuevo, pero el dolor no cesaba,
comencé a entrar en desesperación y respiré agitadamente mientras
pequeños gemidos de dolor salían de mi boca.
-¡Freddy
tranquilo!- Grité.
Eché
mi cabeza hacia atrás y comencé a llorar de desesperación ¿Que
pasaba? Solo podría ser una cosa: El parto, pero aún era muy pronto
para eso.
Caminé
un poco para cerrar el grifo, que aun seguía soltando agua sin
parar.
Di
un par de pasos hacia adelante y dolor se hizo aun peor, provocando
que un fuerte grito no pudiera evitar salir.
Di
mas pasos hacia adelante, y fue cuando sentí que pisé algo, que
provoco que cayera al suelo pesadamente.
No
supe si me quedé inconsciente, solo se que abrí los ojos un tiempo
después de mi caída con la espuma del shampoo que había quedado en
el suelo.
La
cabeza me dolía, y el vientre aun peor, observé mis piernas estaban
manchadas de ¿sangre? Me asusté demasiado, me encontraba sentada en
un charco de sangre que estaba saliendo de mi cuerpo.
Comencé
a llorar desgarradamente mientras el miedo invadía mi cuerpo, me
encontraba sola, en casa, embarazada de gemelos ¿Que debía hacer?
Me
arrastré por el suelo y cogí mi móvil, le marqué a Jared pero no
me contestaba, seguro estaba demasiado metido en su trabajo. Después
de dos intentos fallidos de llamar a mi hermano, le marqué al padre,
si a Tom, que a la primera me contestó muy animado.
-Llamada
telefónica-
-Hey
mi amor ¿Como estás?- Dijo muy feliz.
-¡Tom,
ayudame!-
-Hey
¿Que ocurre? Porque lloras preciosa ¿Estas bien?- Dijo preocupado.
-No
se que me pasó, me metí a duchar y comencé a sentir dolores
terribles y después comencé a sangrar- Dije con la voz
entrecortada.
-¿Donde
estas?
-En
casa, en la ducha, estoy bañada en sangre Tom, ven por favor, no
quiero perder a mis bebés- Dije llorando.
-Respira
hondo amor, en seguida llego-
-Fin
de la llamada telefónica-
Me
limpié las lágrimas y con todo el cuidado del mundo me levanté del
suelo y me vestí lentamente; el sangrado ya había parado un poco,
pero seguía, y sin duda eso no era normal.
Me
senté sobre el inodoro y seguí llorando hasta que los ojos se me
hincharan por completo.
-Por
favor mami, que mis pequeños estén bien- Dije entre el llanto.
Vinz:
Kayla ¿Donde estás nena? -Escuché que la voz de mi profesora se
escuchaba en mi habitación-
Kayla:
Estoy en el baño Vinz, entra por favor -Grité desesperada-
Vinz:
¡Dios! ¿Que te ha pasado? -Dijo preocupada mientras nos abrazábamos
fuertemente-
Kayla:
Me dolía el vientre, y luego resbalé con el jabón y comencé a
sangrar ¡Tengo miedo! -Dije mientras la abrazaba mas fuerte y
lloraba con desesperación-
Kayla:
Si estoy sola, y prácticamente no tenia idea de que hacer, así que
he llamado a Tom, y supongo que no tarda en llegar
Vinz:
Uff! -suspiró- pero dime, ¿te sientes bien?
Kayla:
No, me duele mi pancita Vinz, es un dolor insoportable, por favor
dime que mis bebés van a estar bien -Dije sin dejar de llorar-
Vinz:
Claro que estarán bien Kayla, pero tienes que estar tranquila -Dijo
mientras acariciaba mi cabello-
Salimos
del baño, Vinz trató de calmarme un poco, ya que yo aun seguía
llorando, cosa que provocaba que mi profesora y amiga se asustara aun
mas.
Bajamos
las escaleras con todo el cuidado posible; me senté en el sofá de
la sala y suspiré varias veces seguidas para controlar los dolores,
mientras que Vinz iba a la cocina por un té que según ella me iba a
tranquilizar un poco en lo que llegaba Tom.
OOOOOOh! esta de parto!
ResponderEliminaresta de parto!!!
no puede ser otra cosa! o si?
bueno..no se! pero estoy emocionada!!!
me ha encantadoooo!!!!
OOOOOOOOH
ResponderEliminarQue fuerte.
Espero ke todo salga bien
no me gusta la situación en la ke está Kayla
podría haber pasado algo grave cuando se resvala y cae al suelo
ya tengo ganas de leer el proximo.